Cálido relato sobre la inutilidad de la guerra
El director Edgardo Cabeza debuta en el largometraje con esta historia sobre dos combatientes de Malvinas
Palabra por palabra (Argentina/2008). Dirección: Edgardo Cabeza. Con Erasmo Olivera, Katja Alemann, Alberto Raso Montes, Gregorio Rosello y otros. Guión: Edgardo Cabeza y Juan José Arhancet. Fotografía: Carlos Torlaschi. Música: José Luis Castiñeira de Dios. Presentada por Primer Plano Film Group. Hablada en español. Duración: 104 minutos. Calificación: sólo apta para mayores de 13 años.
Nuestra opinión: buena
Durante el desarrollo de la Guerra de las Malvinas la muerte fue el temor cotidiano para esos jóvenes soldados argentinos que nunca habían tenido en sus manos un arma, mientras la carencia de alimentos, el intenso frío y el zumbido de los aviones enemigos se convertían en un permanente terror. Pero no sólo el miedo se insertó en las trincheras, sino que la amistad fue, para muchos de ellos, el consuelo frente a tantas penurias. Este film habla precisamente de la amistad entre Gurí y Caito, dos correntinos que fueron reclutados "para servir a la patria".
Ya en tierra malvinense, uno de ellos es gravemente herido, y su compañero busca desesperadamente refugio para cobijarse. La desesperación los hace irrumpir violentamente en una casa y amenazar a una mujer y a un niño que desconocen el idioma español. Separados ambos por él, hace que el soldado que intenta sin éxito salvar a su amigo vaya perdiendo el control y piense sólo en cumplir con la palabra empeñada de llevar de regreso a Corrientes a su amigo.
Mientras tanto, Maggie, la mujer de la casa, trata de romper la incomunicación que los separa y se convierte en protectora de los dos soldados, y en tanto que el film recurre permanentemente a la memoria y al imaginario, se van desarrollando escenas de la vida cotidiana de los jóvenes en su lejana provincia, entrelazados con otra guerra, la de Crimea, donde en 1854 los soldados británicos fueron diezmados por las fuerzas del zar Nicolás I de Rusia. Y aquí emerge Florence Nightingale, decana de las enfermeras del mundo, que es el nexo con la actualidad y su imaginario encuentro con la muerte.
En éste, su primer largometraje, el director Edgardo Cabeza logró imponer calidez y ternura a este entrecruzamiento de historias que, aunque por momentos llaman a la confusión, poseen sin embargo una enorme dosis de emoción. Todo en este relato habla de la inutilidad de la guerra y de la amistad que nace entre el miedo y el deseo de que esas acciones bélicas lleguen a su punto final. Sus dos protagonistas saben que, en el horror de la contienda que invade al ser humano, sólo un arma es capaz de sostener al combatiente: su memoria. Y el relato apela al recuerdo de la paz que invadía las existencias en su provincia natal.
Erasmo Olivera, que hizo su debut en el cine en Las tumbas, recrea aquí con fervor al soldado que trata de salvar a su amigo, en tanto que Katja Alemann personifica a esa mujer que cobija a los dos combatientes y vuelve atrás en el tiempo como la enfermera Florence Nightingale. No menos acertada es la composición de Alberto Raso Montes y, en breves papeles se destacan las labores de Patricio Contreras y Edgardo Nieva. Palabra por palabra es, sin duda, un sentido homenaje a esos muchachos que combatieron en sitios lejanos y se detiene en la amistad y en la comprensión, elementos más que importantes en este film que vale por su sinceridad y su emoción.
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