Encuentro cinéfilo en Málaga. Carlos Saura, en el siglo XVIII
Io, Don Giovanni, su último film, fue elegido para la apertura del festival español
MALAGA.- Todo hacía suponer que la crisis que en Europa golpea con particular intensidad a España tendría efecto en este ya tradicional Festival de Cine Español de Málaga, que comenzó ayer. A pesar de una significativa reducción de presupuesto y la amenaza de que la lluvia casi torrencial con que amaneció aguara la fiesta, salió el sol. Al anochecer, la alfombra roja de la velada inaugural fue atravesada por muchas de las estrellas del cine español actual (y de la TV) y algunas internacionales. En el interior del viejo teatro Cervantes se los vio tanto en la platea como en el escenario, poco antes de la proyección de Io, Don Giovanni , la última producción de Carlos Saura, cuya trama, ambientada en Austria y Venecia del siglo XVIII, hace foco en la relación entre el libretista Lorenzo Da Ponte, el seductor Giacomo Casanova, y los compositores Antonio Salieri y Wolfgang Amadeus Mozart.
La velada, conducida por Imanol Arias, reunió a figuras emblemáticas del cine hispano como el mismo Saura y Julio Medem, quien será homenajeado con una retrospectiva y un premio especial que recibirá en la noche de cierre, antes de la proyección de su último trabajo, Habitación en Roma . Del jurado oficial sobresalieron Angela Molina y el director Imanol Uribe, y entre el resto de los invitados el joven debutante Lorenzo Balducci, Benjamín Vicuña, Goya Toledo, Jorge Sanz, Javier Cámara, Juan Diego, Ingrid Rubio y Tristán Ulloa, entre otros, así como la ministra de Cultura, Angeles González Sinde.
Nuestro país aporta a la sección de Cine Latinoamericano dos títulos: Bonus track , de Raúl Perrone, y la coproducción (con España) El último verano de la Boyita , de Julia Solomonoff. Los otros dos films con participación argentina son Conspiración del silencio, del cineasta italiano Stefano Incerti, cuya acción tiene lugar en Buenos Aires durante el Mundial de fútbol de 1976, con elenco encabezado por Alessio Boni, Florencia Raggi y Jorge Marrale, y Los viajes del viento , del colombiano Ciro Guerra.
Con Io, Don Giovanni , Saura sorprendió a público y crítica a medias. Es lógico que cuando el cine abreva en Mozart, las referencias sean Amadeus , de Milos Forman, y en cuanto a la ópera en cuestión la versión de Joseph Losey; pero Saura está lejos de lograr igual impacto. Esta vez, de acuerdo a un guión ajeno, cuenta un episodio clave en la vida del libretista de tres de las más famosas óperas de Mozart a partir del impulso que, con cinismo, dio Salieri al encuentro entre libretista y compositor. Da Ponte, que fue sacerdote cuestionador perseguido por la Inquisición, es quien en Viena, e inspirado por Giacomo Casanova, llevará al joven prodigio la historia del amante veneciano convertida en libreto. El film de Saura abunda en imágenes muy bien iluminadas, con vestuario cuidado y escenografías algo teatrales pero la historia aunque interesa, por momentos aburre, y eso es muy peligroso cuando se trata de un tema como este, vinculado a un arte para iniciados (la ópera).