Con cintura de mujer y cadencia de poesía
"Argentina tierra de guitarras". Documental argentino en DVD/2005. Dirección: Antonio Levesi Cervi. Idea original y guión: Juan Falú. Montaje: Jessica Latorre. Fotografía: Claudia Beiza y Guido Tomio. Presentada por Tupasimi Producciones. Hablada en español. Duración: 70 minutos. Calificación: apta para todo público. En el Palais de Glace.
Nuestra opinión: buena
Instrumento musical que habla tanto a la ciudad como al campo, la guitarra recorrió el mundo a través de intérpretes locales y extranjeros que participaron en el Festival Internacional de Guitarras del Mundo, que logró un éxito sin precedentes en sesenta ciudades y pueblos de nuestro país. El director Antonio Levesi Cervi se propuso con este documental y en torno de esa fiesta guitarrística de la que se muestran tanto las presentaciones públicas como sus ensayos, la calidez de esos músicos que a través de las imágenes, los sonidos y los diálogos, exponen el secreto, el misterio y la particular ternura de talento en los diversos géneros.
El film, impecable en su montaje y en su fotografía, se transforma muy pronto en un road-movie que muestra los más variados paisajes argentinos y que se inserta en sus raíces folklóricas. No es este documental un mero registro de actuaciones de artistas virtuosos -que los hay, sin duda-, sino una obra que muestra la totalidad del fenómeno artístico, el puente que se genera entre el espectáculo y el público, una captación de los matices de ese extraordinario fenómeno humano y artístico que se produce cuando hay una comunicación sentida, placentera, deseada y emotiva entre el creador y el público.
Guitarristas de amplia popularidad hacen sonar sus instrumentos junto a jóvenes valores que surgen cada día con más vigor, y todos ellos, más los paisajes de la geografía argentina como punto referencial de cada uno de los temas, combinan en esta producción escenas de música reposada con acordes vertiginosos. El documental es, sin duda, un cálido homenaje a la guitarra, a ese instrumento al que las imágenes del film lo muestran en manos maestras desde un son cubano hasta un joropo, desde un virtuoso de música barroca hasta una milonga en una diversidad que se refleja en cada uno de los conciertos en diferentes escenarios y en cualquier ámbito relacionado con el fervor de ese instrumento que, con cintura de mujer y cadencia de poesía, se impone frente a los más exigentes públicos.
Sin necesidad de utilizar una voz en "off" ni excederse en palabras, "Argentina tierra de guitarras" se transforma en un documento que vale tanto por su música como por su originalidad y por la calidez de su puesta en escena, valores que el realizador supo llevar a la pantalla grande con exquisito buen gusto y una cámara tan ágil como armónica.