Coronavirus: marcha atrás con la reapertura de los cines en China
Las expectativas optimistas duraron muy poco. El gobierno de China dispuso mantener cerradas hasta nuevo aviso todas las pantallas cinematográficas de ese país (estimadas en alrededor de 70.000) después de que durante escasas horas se anunciara la reapertura de algunas de esas salas. No hubo explicaciones oficiales, pero la prensa de Hollywood especula sobre los temores de las autoridades chinas de que se alimente desde los cines una eventual segunda ola de coronavirus.
A primera hora se daba por seguro que al menos 200 cines de Shanghai iban a ponerse este sábado en marcha con autorización gubernamental, lo que pondría fin a una extensa parálisis que se extendía desde enero, cuando el contagio de coronavirus se disparó vertiginosamente en China. Esa iniciativa iba a acompañar el regreso a la actividad programado en algunas pequeñas cadenas ubicadas en zonas remotas del norte del gigante asiático. Pero una rápida orden del gobierno central frustró todos esos planes.
El paulatino regreso a la actividad en la imponente red de cines que posee China había sido programado cuidadosamente. Se había anunciado que en Shanghai, los espectadores que pensaran acudir desde mañana a esas salas debían someterse a rigurosas exigencias, desde el control de la temperatura corporal en la entrada hasta la obligación de usar barbijos en todo momento. También se había acordado que cada asiento ocupado debía tener al menos uno libre en todo su alrededor (a ambos costados, adelante y atrás). Las salas que iban a reabrir no pertenecen, según se informó, a las principales cadenas de exhibición de China.
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