Después de siete años, se define el elenco del film sobre la Triple Frontera
A los nombres confirmados de Tom Hardy y Channing Tatum acaba de sumarse Mahershala Ali
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Un efecto secundario, y que a nadie se le ocurrió anticipar, de la expansión de la oferta de contenidos de ficción televisivos es el crecimiento en cantidad y variedad de los personajes femeninos al frente de series que suelen ser tan diferentes entre sí como una mujer de la otra.
Bajo la apariencia de piezas de género muchos ciclos presentan grandes protagonistas repletas de cualidades y defectos que transitan sus mundos desnudando los conflictos a los que todas se enfrentan diariamente. El ejemplo más nuevo de esta tendencia llega mañana a la pantalla de HBO. Se trata de Big Little Lies, una miniserie protagonizada por Reese Whiterspoon y Nicole Kidman que además fueron las productoras y principales responsables de que la ficción llegara a realizarse. Adaptada de una novela de la australiana Liane Moriarty, la historia de los siete episodios transcurre en un lujoso suburbio californiano dónde quiénes detentan el poder son las madres de una exclusiva escuela y, especialmente, Madeline, el personaje de Witherspoon. "Es una bravucona vestida con pantalones de yoga de diseñador y cualquier simpatia que pueda generar su apasionado ejercicio de la maternidad se pierde por su falsedad. Sus desacuerdos se transforman en disputas con horrible e inexplicable frecuencia", dice la crítica publicada en Variety sobre el programa que gracias a sus cinco protagonistas (a Kidman y Whiterspoon se suman Laura Dern, Shailene Woodley y Zoe Kravitz), logra cubrir un amplio espectro del recorrido femenino.
Claro que esta novedad es apenas la más reciente de muchos otros exponentes que ponen a las cuestiones de género en el centro. Desde las series de superhéroes hasta los dramas históricas, y todas las estaciones en el medio, cada una a su modo, presentan mujeres poderosas, siempre en conflicto consigo mismas y con el mundo que las rodea que en el mejor de los casos tolera su poder y en en el peor intenta transformarlas en actrices secundarias de sus propios relatos.
Con humor, drama, acción y fantasía las historias de mujeres adultas-o en camino de serlo-, encontraron un terreno fertil e interesado en la TV, mientras que en el cine la lucha por encontrar espacios propios es desigual y parece perdida. Al menos en lo que a Hollywood respecta.
*Súper mujeres. Tal vez no haya otro género actual que demuestre mayor dificultad por retratar personajes femeninos en la pantalla grande que el de superhéroes. Recién este año, después de casi una década y media de historias exitosas y taquilleras de encapotados y encapuchados, llegará La mujer maravilla, la primera adaptación de una heroína del cómic al cine. La televisión, en cambio, ya hace tiempo empezó a ponerlas en primer plano y a perfeccionar el subgénero con notable profundidad. Ese trabajo resulta evidente en Supergirl (miércoles a las 22, por Warner) cuya segunda temporada logra que el contexto fantástico y el hecho de tener una alienígena de Kripton como protagonista no distraiga a sus guionistas de contar la experiencia de una mujer poderosa en un mundo dominado por hombres. Capítulo a capítulo se demuestra que tanto sus enemigos como sus amigos aspiran a ser como ella, aunque nadie lo logre, y a medida que Kara (Melissa Benoit) se siente más cómoda en su rol de heroína el ciclo confirma que en su universo a Supergirl se le valora su fuerza pero también su inteligencia y sensibilidad. Puede que la protagonista sea joven y voladora pero también tiene los pies sobre la tierra. Claro que si de realismo se trata nadie mejor que Jessica Jones, el personaje central de la serie homónima de Netflix. Atormentada, invensible fisicamente y muy frágil emocionalmente, la compleja heroína de Marvel marcó un antes y un después en cuanto a las adaptaciones de la casa editorial. Femenina y feminista a su propio modo la serie no sólo puso el foco en su protagonista sino en todas las mujeres que la acompañan en su recorrido. Esas que sin contar con los poderes de Jessica Jones son igual o más poderosas que ella.
Con un perfil muchísimo más bajo que hace siete años y una repercusión política muy diferente de la que despertó el primer anuncio de rodaje allá por 2010, regresa con fuerza en estos días la realización de una ambiciosa producción internacional sobre la Triple Frontera, con importantes figuras de Hollywood al frente del elenco.
La novedad de las últimas horas fue la casi segura incorporación a la película de Mahershala Ali, uno de los actores del momento y amplio favorito a llevarse el Oscar al mejor actor de reparto el domingo 26 por Luz de luna. Antes, ganó reconocimiento internacional por interpretar a Remy Danton en la serie House of Cards,
Ali se suma a los ya confirmados Channing Tatum y Tom Hardy, protagonistas de un thriller ambientado en el enclave fronterizo que une a la Argentina, Paraguay y Brasil, lugar que se hizo conocido en el mundo luego de que apareciera en varios informes periodísticos y reportes oficiosos del gobierno estadounidense como un presunto foco del crimen organizado y refugio del terrorismo internacional, el lavado de dinero y el contrabando a gran escala.
El director de Triple Frontier (título original en inglés que tiene hasta ahora) será J. C. Chandor, el mismo de El precio de la codicia, Todo está perdido y El año más violento. Chandor se hizo cargo hace algo más de un año del proyecto luego de un largo período de congelamiento y el paso al costado de Kathryn Bigelow, ganadora del Oscar en 2008 por Vidas al límite y nominada al mismo premio cuatro años después por La noche más oscura. Cuando se habló por primera vez del proyecto (con un título alternativo en castellano como Zona sin ley), en 2010, la reacción inmediata de algunas autoridades de los países involucrados fue muy adversa.
Enrique Meyer, el entonces secretario de Turismo del gobierno kirchnerista, expresó en ese momento una "profunda indignación" por la realización de la película. "Hasta donde sabemos intenta presentar negativamente una región común a tres países sudamericanos." En la misma línea opinó quien era en ese momento su par del gobierno paraguayo de Fernando Lugo. "Nos quieren ensuciar como los malos del mundo", señaló luego de mostrarse dispuesta, al igual que autoridades de municipios locales e instituciones promotoras del turismo en la zona, a llevar adelante un boicot contra la producción.
Producida por los estudios Paramount, Triple Frontera ya tiene al parecer un guión casi terminado de Mark Boal, cuyo estrecho trabajo en colaboración con Bigelow (escribió los guiones de Vivir al límite y La noche más oscura) lo convirtió en uno de los artífices iniciales de este proyecto. Según algunos medios, la historia estaría ahora más orientada a la acción y a la aventura pura y con un foco menor en las conexiones entre temas bélicos, retratos humanos y derivaciones políticas, tal como ocurría en las dos películas citadas.
En estos siete años circularon nombres muy fuertes como posibles protagonistas. Problemas financieros, artísticos y de agenda obligaron a Johnny Depp, Will Smith, Tom Hanks y Denzel Washington a bajarse de un proyecto que ahora regresa con mucho más brío. Y con la posibilidad más cercana que nunca, dado el cambio de clima político en la región, de que pueda rodarse en esa región sin los obstáculos planteados en 2010.