Directores vs. sus actores: cuando el rodaje es un infierno
"Aprendí que nunca volveré a trabajar con una supermodelo", dijo el irlandés John Carney, destrozando a Keira Knightley, estrella de su película ¿Puede una canción de amor cambiar tu vida?;de Megan Fox a Kate Beckinsale, algunas colaboraciones que terminaron muy mal
"Somos como una familia". "Es hermoso trabajar con gente que querés y respetás". "Tuvimos mucha suerte porque nos llevamos todos muy bien". Con alguna diferencia o en un orden ligeramente distinto las frases de más arriba se suelen repetir hasta el cansancio cuando un elenco promociona la película o la serie que acaba de terminar de filmar. Los actores protagónicos aman a todos sus colegas, el director es casi como un padre, una inspiración y un guía espiritual y los productores son tan amables y silenciosos que nadie sabe de ellos. Se trata, por supuesto, de frases de ocasión y obligación contractual que a veces pueden coincidir con la realidad pero que en gran medida son tan ficcionales como la historia que intentan vender. Claro que cada tanto el telón se corre para mostrar lo que en verdad sucede entre algunos directores y sus estrellas cuando no se llevan precisamente bien.
El más reciente realizador en dar a conocer su descontento fue John Carney, que durante el fin de semana reveló que nunca volvería a trabajar con Keira Knightley , su protagonista en el film ¿Puede una canción de amor salvar tu vida?
"Aprendí que nunca volveré a hacer una película con una supermodelo", dijo Carney en una entrevista con el diario Independent en referencia a la actriz británica de la que además criticó su habilidad para cantar y tocar la guitarra y el hecho de que siempre estuviera rodeada de sus asistentes. "Me gusta trabajar con verdaderos y curiosos actores de cine y no con estrellas", sentenció Carney. La dura crítica reflotó algunas inolvidables y muy públicas disputas entre ciertos directores y sus estrellas.
Ni rubia ni pulposa. En un artículo de la revista Vanity Fair, la bellísima Kate Beckinsale se ocupó de promocionar su nuevo film Love & Friendship y no pudo evitar contrastar su excelente experiencia con el director Whit Stillman (Barcelona) con otra bastante menos feliz. "Cuando estabamos rodando Pearl Harbor, Michael Bay estaba desconcertado con mi aspecto. Se la pasaba repitiendo que me habían contratado porque no era lo suficientemente hermosa como para enfurecer a la audiencia femenina. Creo que lo sorprendía que no fuera rubia y que no tuviera los pechos más grandes".
Una comparación horrenda. Aunque nunca se sabrá quién tiene la razón o qué sucedió exactamente entre ellos, Bay volvió a tener problemas con una de sus protagonistas unos años después cuando Megan Fox (Transformers) lo tildó de ser "un Hitler en el set". Más allá de la desubicada referencia, lo cierto es que Bay es conocido por su modos abruptos y de hecho, su reacción ante los dichos de la actriz lo confirman. "Perdón, Megan. Siento haberte hecho trabajar doce horas. Siento haberte pedido que fueras puntual. Los rodajes no siempre son lugares amables y calentitos", respondió con ironía.
Golpes y gritos. "La pelea con Russell fue, sin lugar a dudas, la peor experiencia de mi vida". Así describía George Clooney el altercado que tuvo con el director David O. Russell en la filmación de Tres reyes. Según cuenta la leyenda, a Clooney no le gustaba como el siempre temperamental Russell (Escándalo americano; Joy, el nombre del éxito) trataba a la gente de su equipo y cuando se lo hizo saber la discusión terminó a los golpes. Menos violenta pero mucho mejor documentada fue la discusión del mismo director con la leyenda de la comedia Lilly Tomlin. En medio del rodaje del film Yo amo Huckabees, el realizador descargó su bronca y frustración por una escena que no salía en la actriz, insultándola y todo quedó registrado por la cámara.
Duro amor. Hubo un tiempo en el que Lindsay Lohan se perfilaba para ser una de las grandes estrellas del nuevo Hollywood. Bella, talentosa y carismática, la chica empezaba a conseguir papeles de adulta cuando comenzó la debacle en su vida personal y su carrera. Un punto de inflexión fue el rodaje del film Georgia Rule, durante el cual Lohan empezó a faltar, llegar tarde y desesperar a los productores que habían apostado gran parte de su éxito en la chica. Para evitar el desastre que se venía el director Garry Marshall (Mujer bonita), le pidió al productor que le escribiera una carta para llamarle la atención por todos los faltazos. La idea funcionó aunque el problema fue que la misiva "escrita con amor", se dio a conocer públicamente y complicó aun más las perspectivas laborales de Lohan.
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