Ealing, el nuevo Hollywood
Allí se realizan superproducciones como "Troya" y "Harry Potter"
LONDRES.– En 1902, aquel novedoso invento de los hermanos Lumière llamado "cinematógrafo" pasó de ser una atracción de feria capaz de registrar imágenes en movimiento, a convertirse en el artífice técnico de un nuevo arte industria, basado en la generación de ilusiones. Ese trascendental "pase mágico", habitualmente soslayado por los historiadores del cine, nació gracias a que las ganas de filmar de un grupo de primitivos cinéfilos del barrio londinense de Ealing Broadway pudo más que las dificultades presentadas por la penumbra predominante en los largos inviernos de esta ciudad. Allí, un visionario emprendedor llamado Will Barker compró 4 acres de tierra con algunos viejos edificios que sus colaboradores pronto reformarían para recrear mejores condiciones de iluminación, y poder rodar así su proyectada "Macbeth" sin depender de los azarosos designios del clima.
Hoy, a 102 años de aquella decisión que dio lugar a la creación del primer set de filmación del mundo, los estudios Ealing vuelven a hacer historia. Y, tal como sucedió con aquel primer paso, en esta oportunidad el gigante de Londres también parece dejar su pionera huella en silencio. "Estamos logrando que muchas nuevas producciones de Hollywood se filmen aquí, y eso nos enorgullece. Muchos no lo notan aún, pero el fenómeno está creciendo y esperamos que, de a poco, se transforme en una firme tendencia", comenta a LA NACION el joven Sean Hinton, director gerente de los estudios Ealing.
El entusiasmo de Hinton sobre la "mudanza silenciosa" de Hollywood a Londres encuentra sustento en algunos títulos taquilleros que se filmaron total o parcialmente aquí: "Notting Hill", "La guerra de las galaxias (episodio 2)", la secuela de "El diario de Bridget Jones", de próximo estreno, y algunas escenas de "Troya" y la serie de Harry Potter.
Sin embargo, los grandes títulos del coloso de California forman sólo la cresta de esta creciente oleada migratoria, nutrida en su mayor parte por producciones de mediano presupuesto. "La película estadounidense promedio que se hace en Ealing cuesta entre 5 y 15 millones de libras esterlinas (25 y 75 millones de pesos, respectivamente). Este segmento es el que más suele filmar aquí; después, los productores locales, que el año pasado realizaron 177 filmes en nuestros estudios."
La primera explicación de esta repentina preferencia de Hollywood por trasladar parte de sus actividades a esta isla se vincula estrechamente con una marcada disminución en los costos de producción. Gracias a la política de reducción de impuestos al cine puesta en práctica por el Gobierno de Tony Blair en 1997, filmar en Gran Bretaña resulta hasta un 40% menos costoso que en los Estados Unidos, aun teniendo en cuenta la menor cotización del dólar en comparación con la libra británica.
No obstante, para Hinton, éste no es el único factor que alienta las inversiones norteamericanas. "En otros países también es más barato filmar, pero aquí la diferencia es que contamos con mayor infraestructura técnica y una oferta muy variada de insumos para filmación, como lentes y lámparas, que en algunos casos hasta son de fabricación nacional. Esa es una garantía para los estadounidenses, porque saben que tienen menos posibilidades de padecer ´sorpresas’ cuando vienen aquí", afirma.
Cada vez más estrellas de la pantalla grande que alcanzaron la fama en la meca del cine mundial no sólo ven con buenos ojos la idea de trabajar en Londres, sino también la de quedarse a vivir aquí. Gwyneth Paltrow, Julia Roberts, Matthew Perry y Madonna, entre otros, han decidido cambiar el soleado glamour californiano por el misterioso encanto de la añeja metrópoli inglesa. Y la lista de estos inmigrantes VIP amenaza con prolongarse después de conocerse las recientes declaraciones de Brad Pitt y Jennifer Aniston, quienes ya deslizaron su preferencia por esta ciudad para criar a sus hijos. Pero ésa ya es otra historia…
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