Iniciativa oficial. Educar el gusto de los adolescentes
Se proyectarán películas europeas
El Ministerio de Educación, junto con la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, arranca hoy con una semana de cine europeo para jóvenes estudiantes de cuarto y quinto año de colegios secundarios que tienen orientación en comunicación. La idea es acercar a los adolescentes al cine, hacerles descubrir un tipo de cine que por su origen, lenguaje y una manera diferente de narrar de la del cine norteamericano, pero principalmente por su ausencia de las carteleras, copadas hace más de dos décadas por el cine respaldado por Hollywood.
El ciclo está destinado a unos 500 alumnos de 16 y 17 años que pertenecen a los colegios Julio Cortázar, Rodolfo Walsh, Claudia M. Falcone, Rumania y Tomás Espora, que hasta el viernes, y en el Hoyts Abasto, verán cinco producciones europeas. El listado incluye a la alemana "Jugando con el destino", de la cineasta india Gurinder Chadha, rodada en Inglaterra; "Good bye Lenin", del alemán Wolfgang Becker, actualmente en cartel; "Diva", del francés Jean-Jacques Beineix; "El milagro de P. Tinto", del español Javier Fesser, y "La vida es bella", de y con el italiano Roberto Begnini. Las proyecciones contarán con la participación de los directores Juan José Campanella, Santiago Carlos Oves, los guionistas Fernando Castets y Marcelo Figueras, y con Ricardo Manetti, docente de historia del cine.
En Buenos Aires, al menos, aquellos que cursaron sus estudios secundarios en los años 60 y 70 y en el turno tarde tenían, de faltar a clase con o sin autorización de sus padres, una opción que ocupaba los primeros puestos: el cine. La cartelera, sin embargo, era muy diferente de la de hoy, porque más allá de los continuados con películas con karatecas también existían salas como las del Lorraine y el Arte, entre otras, que acostumbraban a recorrer el espectro del buen cine europeo de todos los tiempos, y con entradas económicas. Pero el mundo comenzó a pegar un giro en cuanto a las costumbres y a la penetración del cine norteamericano, en especial en América latina. Desde entonces, y en todo sentido, la juventud argentina fue golpeada, por cuestiones que van de lo social a lo político, entre otras cosas, y el cine por la censura que operó hasta promediar los años 80, con consecuencias culturales difíciles de revertir.
Según las mediciones hechas desde la cartera educativa argentina, un 85 por ciento de los adolescentes no vio nunca películas de origen europeo, y los que sí tuvieron esa oportunidad lo hicieron por TV. De esos datos se desprende que el consumo es principalmente de cine norteamericano, tanto en salas como por TV. Del total, solamente el 5 por ciento vio películas en blanco y negro. En sus encuestas para decidir las características del ciclo, los integrantes de "La escuela y el cine" recibieron diferentes opiniones de los destinatarios del proyecto. "La verdad es que las películas europeas son más tranquilas y vemos más cómo son los personajes en su interior", es una de las frases escuchadas en la investigación con los colegios participantes. "Es bárbaro -aseguró otro en una de las entrevistas- porque el cine esta semana es tan importante como las demás materias del colegio."
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