Estrenos de cine: Fuego en Casabindo hace foco en la herencia vital de la obra de Héctor Tizón

Fuego en Casabindo (Argentina, 2022). Guion y dirección: Miguel Mirra. Fotografía: Damián Barrera. Montaje: Miguel Mirra. Distribuidora: Independiente. Duración: 87 minutos. Calificación: ATP. Nuestra opinión: buena.

En una de las entrevistas de Fuego en Casabindo, el escritor y dramaturgo Bernardo Carey señala que conviven dos historias en la célebre novela de Héctor Tizón: una es la del protagonista Doroteo y el sangriento pasado que acompaña su regreso fantasmal, y la otra es la persistente batalla entre coyas y españoles por la tierra de la Puna.

En esa tensión entre los ecos góticos y la memoria histórica, Tizón situó su obra capital, aquella que el director Miguel Mirra elige como hilo conductor de su documental para develar en su recorrido todas las bifurcaciones posibles: la historia de Casabindo y la geografía jujeña, su memoria ancestral escondida en la tierra; la ópera del compositor santafesino Virtú Maragno sobre aquella pieza literaria y la magia de la canción para encarnar el lamento; pero también la vigencia de aquel legado en su actual teatralidad, en su renacimiento en los escenarios, en la pasión de quienes la viven y la representan.

Si bien Fuego en Casabindo, la película, se afirma en la materia de aquello con lo que cuenta –la palabra de sus entrevistados, las representaciones teatrales, las imágenes del territorio-, consigue trascender desde el ensayo fílmico la autonomía de esos elementos, su percepción aislada. La Puna de Tizón, la música de Maragno, la historia de rebelión y resistencia que las une adquieren una forma viva que el documental de Mirra logra atesorar, poniendo en tensión sus voces y recuerdos con la persistencia de aquellos fantasmas que ningún olvido puede extinguir.