Gervais regresa a los Globo de Oro

Había jurado que no volvería. Que no conseguirían convencerlo de nuevo. Sin embargo, el afán de formar parte de la temporada de premios pudo más que la prudencia. Anteayer, la asociación de periodistas extranjeros afincados en Hollywood anunció que el conductor de la 73» entrega de los Globo de Oro será Ricky Gervais. El comediante británico que ocupará por cuarta vez ese lugar (las anteriores fueron de 2010 a 2012) reemplazará a las geniales Tina Fey y Amy Poehler, que aunque tienen un estilo filoso de hacer comedia comparado con el de Gervais casi parecen carmelitas descalzas.

Conocido por sus comentarios irreverentes y hasta polémicos sobre Hollywood, sus estrellas y hasta los propios organizadores de la fiesta que se celebrará el 10 de enero, el creador de las series The Office y Derek figuraba como el favorito en las apuestas para hacerse cargo de los Globo de Oro. Y esa preferencia se transformó en urgencia cuando los organizadores del Oscar anunciaron a su conductor: Chris Rock, otro cómico con poca tolerancia por los privilegios de las estrellas y acostumbrado a no respetar la corrección política que tanto modela la escena de humoristas norteamericanos. Nada mejor para competir con las barbaridades que dirá Rock que adelantarse con las que preparará Gervais. En la carrera por dominar la conversación durante la temporada de premios se sabe que los Globo de Oro corren con la ventaja de estar primeros en el calendario (las nominaciones se anuncian el 10 de diciembre), aunque también es cierto que el pico y la clausura de la temporada son los Oscar. Y si la asociación de periodistas extranjeros en Hollywood quería esconder su complejo de inferioridad, no deberían haber contratado a Gervais.