Los documentales más polémicos de los últimos años
Desde la mirada de Alex Gibney sobre la Iglesia de la Cienciología hasta el crudo retrato de la vida de Amy Winehouse, repasamos algunos exponentes del género que causaron controversia; ¡atención: esta nota tiene spoilers!
*1. AMY (2015, Asif Kapadia)
"No soy una chica que quiere ser una estrella, soy solo una chica que canta". Amy, el flamante documental del realizador británico Asif Kapadia - quien venía de dirigir otro documental, el aclamado Senna -, contiene un alto número de frases confesionales de Amy Winehouse , vocalizadas tanto en la etapa en la que se gestaba su amor por la música como en la que la música parecía ser su único refugio. Kapadia apela a un interesante recurso para su film: no recae en las clásicas entrevistas testimoniales sino que propulsa todo el intenso recorrido de Amy a través de un revelador material de archivo. De este modo, las imágenes de Winehouse en sus primeros recitales sucedidas por otras como las de su aplastante triunfo en los Grammy - triunfo anunciado por su ídolo Tony Bennett - terminan configurando una obra esencialmente trágica.
En relación a lo trágico, quien no queda bien posicionado en el documental es Mitch, el padre de Amy, a quien se lo muestra como un empresario algo codicioso que actuó de modo negligente con los problemas de adicción de su hija (a fin de cuentas, fue la propia Winehouse quien escribió la línea "if my daddy's think I'm fine" en "Rehab") y que estaba meramente enfocado en hacer más dinero con su talento. Luego de ver Amy, Mitch no tardó en criticar a Kapadia en distintos medios. "Me muestra de la peor manera posible, no hay equilibrio en el documental ni en mi relación con Amy, es totalmente falso", declaró el padre de Winehouse. El director, por su parte, dejó que su trabajo hable por sí solo.
*2. THE ARMSTRONG LIE (2013, Alex Gibney)
Pocos documentalistas tan prolíficos y sólidos como Alex Gibney, quien tiene la astucia como para acomodarse a su objeto de estudio con admirable facilidad y rapidez. The Armstrong Lie comenzó a filmarse como una suerte de homenaje de Gibney a uno de sus ídolos: el ciclista Lance Armstrong. Su trabajo iba a ser originalmente titulado The Road Back e iba a ahondar en el gran regreso del deportista tras su famoso retiro de cuatro años. Sin embargo, en medio de la realización y tras sendas investigaciones de la USADA (United States Anti-Doping Agency), Armstrong se sentó con Oprah Winfrey y admitió haber estado bajo la influencia de la hormona eritropoyetina con el fin de mejorar su rendimiento, acción que le valió una sanción de por vida en el mundo del deporte y de ser desposeído de sus títulos.
Indignado por haber sido una víctima más de sus mentiras sistemáticas, Gibney le pidió a Armstrong que volviera a dar un testimonio para su documental, que lógicamente iría a cambiar de nombre y contenido, y en el cual ya no podía esconderse tras el lema "si todos lo estaban haciendo, ¿por qué yo no?". De este modo, The Armstrong Lie muestra en primera persona cómo una figura tan respetada y admirada - una que venció al cáncer y siguió triunfando en el deporte poco tiempo después - no solo decepcionó a un cineasta y su proyecto sino a millones de personas que veían en él a un inmaculado modelo a seguir.
*3. GOING CLEAR: SCIENTOLOGY AND THE PRISON OF BELIEF (2015, Alex Gibney)
Dos años después de The Armstrong Lie y en paralelo con el documental sobre Steve Jobs The Man in the Machine, Gibney arremetió contra la Iglesia de la Ciencilogía con su documental para HBO Going Clear, basado en el fascinante libro de Lawrence Wright Going Clear: Scientology, Hollywood and the Prison of Belief. El resultado es una exposición fascinante de tres tópicos. Por un lado, pone la lupa en la figura de L. Ron Hubbard, el fundador de la Cienciología, un hombre que se ganaba la vida escribiendo ciencia ficción hasta que terminó siendo el líder de lo que muchos consideran un opresivo culto. Por el otro, muestra en detalle los pormenores de la Iglesia, sus peculiares prácticas (como la denominada "auditoria" mediante la cual el sujeto puede alcanzar la claridad mental) y sus fastuosas celebraciones anuales.
Asimismo, Gibney encuentra en Paul Haggis a su fuerte para el documental. El director y guionista ganador del Oscar por Crash fue uno de los principales miembros de la Cienciología, y brinda un testimonio que saca a la luz lo absurdo que fue para él (y para muchos) el haberse dejado vencer por una doctrina tan extraña, digna de los relatos de ciencia ficción de Hubbard, y sostenida gracias a las contribuciones de celebridades de Hollywood. Desde el rol que cumple Tom Cruise hasta aquello que lo tiene como "prisionero" a John Travolta , Gibney no se guarda nada excepto la súbita partida de Katie Holmes de la Iglesia, acontecimiento que sigue siendo un verdadero misterio.
Dato: para poder emitir el documental, HBO tuvo que asesorarse legalmente con nada menos que 160 abogados. Por su parte, la Iglesia quiso prohibir sin éxito que la obra de Gibney sea exhibida a través de una campaña de desacreditación que resultó infundada.
*4. FINDING VIVIAN MAIER (2013, John Maloof y Charlie Siskel)
El documental nominado al Oscar de John Maloof y Charlie Siskel es polémico desde el vamos. En el año 2007, el mencionado Maloof adquiere en una subasta, y a tan solo 400 dólares, una caja llena de negativos. Al escanearlos digitalmente se encuentra con unas extraordinarias fotos en blanco y negro de una mujer llamada Vivian Maier. Consecuentemente procede a investigar quién era esta supuesta fotógrafa de profesión pero Google no le otorgaba ninguna información concreta sobre ella. La ausencia de datos no era casual. Maier, quien falleció en el 2009 a los 82 años, no solo no quería ser encontrada sino que además se rehusaba a ser considerada una artista. ¿Su verdadero trabajo? La mujer detrás de esos impresionantes retratos era una tímida niñera.
En relación a este descubrimiento, Maloof entrevista a sus empleadores y descubre que Maier era mucho más que una simple ermitaña, dado que sus fobias sociales estaban digitadas por evidentes problemas psíquicos y actos de abuso (recibidos y perpetrados). La polémica surge cuando los realizadores empiezan a exponer la obra de Maier, planteando el interrogante de hasta qué punto es ético dar a conocer el trabajo de alguien cuyo expreso deseo era el de mantenerlo oculto.
*5. CATFISH (2010, Ariel Schulman y Henry Joost)
No es secreto que todos los documentales tienen algo de ficción - de hecho, el montaje ya es una manera de ficcionar un relato de aparente objetividad -, pero Catfish lleva esta concepción al paroxismo. La premisa, para qué negarlo, era interesante. Un día cualquiera, en su estudio neoyorkino, el fotógrafo Nev Schulman recibe, desde Michigan, un regalo de una pequeña de 8 años llamada Abby: un dibujo hecho a base de una de sus fotografías. El cuadro capta la atención de Nev no solo por sentirse halagado sino porque su composición delata que estaba ante la obra de una niña prodigio. Al poco tiempo entabla una charla virtual con Abby, con su madre y con su hermana, con quien comienza una relación sentimental alimentada exclusivamente a través de redes sociales. Al momento de ir a conocer a la familia pero con sospechas de ciertas mentiras, Nev descubre que nada es lo que parece, y desenmascara la farsa con cinismo y brutalidad.
No hace falta indagar mucho en las demandas que recibió Schulman y compañía - producto de la falta de autenticidad de su film - para determinar que Catfish es un documental con aires de grandeza (mostrar cómo desde el anonimato todos podemos inventarnos una realidad paralela) que suena falso desde el primer minuto y en cuyo astuto trailer se quiere vender como thriller. Más allá de la ola de críticas recibidas, el documental fue moderadamente popular y tuvo su spin off televisivo: el reality show homónimo de la cadena MTV.
*DE YAPA: El imprescindible The Act of Killing de Joshua Oppenheimer:
PARTICIPACIÓN. ¿Qué otros documentales sumarían a la lista?
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