Fiesta del Cine, en Roma. Polémica repercusión de un film
La desconocida , de Giuseppe Tornatore, para algunos resultó "desconcertante"
ROMA.- Giuseppe Tornatore, uno de los directores italianos más reconocidos, creador del exitoso e inolvidable "Nuovo cinema paradiso" (1988), fue ayer la estrella de la Fiesta del Cine.
Su nueva obra, La desconocida , un film intenso, de misterio, pero con un trasfondo demasiado duro, se llevó los aplausos del público.
Con música extraordinaria, compuesta por el maestro italiano Ennio Morricone, y una gran actuación de la actriz rusa Ksenia Rappoport, una artista justamente desconocida -como quería el director siciliano-, la película cuenta una historia tremenda, muy dramática, violenta y fuerte, en forma de thriller.
La protagonista es Irena, una mujer ucraniana (Rappoport) que vive en una ciudad del norte de Italia (que es Trieste, aunque irreconocible por el espectador) entre los fantasmas de su terrible pasado en el sórdido mundo de la prostitución y la trata de blancas.
Mediante la técnica del flashback, virtuales recuerdos-pesadillas de la protagonista, durante toda la película se ven escenas tremendas de una Irena con el pelo platinado, más joven, víctima de diversas y terribles humillaciones por parte de una banda de comerciantes del sexo que hasta trafican niños.
Gracias a la ayuda de un portero, una Irena más madura y con el pelo castaño, vestida de señora, con carácter firme y resuelto, logra conseguir trabajo limpiando un edificio que queda frente al departamento que alquiló para observar obsesivamente a una familia de joyeros, formada por madre, padre y una chiquita de cinco años, que sufre una extraña enfermedad.
Sin ningún tipo de pudor, Irena consigue convertirse en la empleada doméstica y niñera de esa familia. Lograda su meta de introducirse en ese hogar y conquistar el afecto de la niña de la casa, el misterioso plan de la desconocida se desmorona apenas aparece materialmente el sujeto principal de sus pesadillas. Con varios golpes de efecto en el medio, a partir de ahí se van atando los cabos de la enigmática y dramática vida oculta de Irena y su atroz pasado.
La película, que dura dos horas y cuenta con un elenco de actores italianos muy válidos y conocidos -como Michele Placido en el papel de un inescrupuloso y desagradable tratante de blancas-, pasa volando. Algo que indica que su trama es buena, pese a la violencia y la sangre que chorrea.
Divertido thriller
Pero para muchos expertos resultó "desconcertante" que Tornatore hubiera utilizado como trasfondo de este virtual y divertido thriller un tema tan dramático y actual como el negocio de la prostitución e, incluso, de la venta ilegal de bebes.
Durante la rueda de prensa, el director de Malena (2000) explicó, en efecto, que su idea no era para nada hacer una película de denuncia, o de juicios de realidad, sino una película de misterio, a partir de su protagonista, una mujer que intenta "reconquistar un pedazo de su vida echado a perder". "Hoy en día un film de denuncia no tiene razón de ser, porque con la rapidez de los medios de comunicación, son ellos quienes denuncian antes", explicó el poco expansivo Tornatore, que contó que para esta obra se inspiró leyendo los policiales de los diarios, que muy a menudo traen noticias de bandas que explotan tremendamente a grupos de chicas que vienen del este europeo.
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