Top Five: las peores actuaciones de Johnny Depp de los últimos años
Si bien el actor se reinventó con Pacto criminal de Scott Cooper, nos cuesta olvidar los recientes traspiés de su filmografía y en esta lista repasamos algunos
*1. MORTDECAI (2015, David Koepp)
Cuesta creer que Mortdecai sea una película de David Koepp ya que la misma no tiene rastro alguno de quien supo ser uno de los guionistas más sólidos del cine, responsable de La muerte le sienta bien, Jurassic Park y Carlito's Way, entre tantas. En esta oportunidad, Koepp se movió de la posición de escritor y le cedió la adaptación de la tercera parte de la trilogía setentosa Mortdecai de Kyril Bonfiglioli (titulada Don't Point that Thing at Me) a Eric Aronson, decisión que le valió un desastroso resultado. Johnny Depp pone el piloto automático, en lo que sería una constante en esta última década de su carrera, y se entrega a la excentricidad requerida por su personaje, el Charlie Mortdecai del título, un aristócrata devenido en cuestionable dealer de arte que se encuentra con una clave que le permitirá acceder a una mina de oro. ¿El conflicto? Dicha mina de oro fue acumulada por los nazis.
La historia se sabe ridícula y, de hecho, tenía potencial para generar viñetas slapsticks reminiscentes a lo mejor de Peter Sellers. Sin embargo, las interpretaciones están todas en registros antagónicos. Desde Depp y su histrionismo mal entendido, pasando por Olivia Munn quien sostiene en sus hombros toda la misoginia del film, hasta Ewan McGregor intentando captar el tono cómico pero fallando en el proceso, Mortdecai presenta enormes desniveles. La única actriz en inyectarle algo de energía a la película de Koepp es Gwyneth Paltrow , quien sorprendentemente tiene química con Depp pero no la suficiente como para hacerle contrapeso a la falta de ritmo general.
*2. EN EL BOSQUE (2014, Rob Marshall)
Un año antes de que llegara Scott Cooper (quien tiene pericia para dirigir a sus actores, como pudimos ver en Loco corazón y Out of the Furnace) y le diera el protagónico en Pacto criminal, donde Depp se despoja de cualquier atisbo de caricatura, Rob Marshall lo ponía como figura casi accesoria en la tediosa En el bosque. James Lapine adaptó su propio material a la pantalla - a su vez basado en el musical de Stephen Sondheim - poniendo el acento en lo que sería el atractivo máximo del film: la relectura de los cuentos infantiles bajo una oscura perspectiva. Dentro de este contexto, Depp interpreta al Lobo Feroz que acecha a Caperucita Roja en ese bosque donde transcurre gran parte de la acción. El actor aparece entre los árboles para entonar la composición "Hello, Little Girl" y luego se esfuma a los pocos minutos, para alivio de los espectadores.
Así, su intervención en el film es mínima y poco significativa, pero de todos modos consigue ser molesta. Independientemente de que estemos lidiando con una película que tiene una gran cantidad de moralejas repudiables, lo de Depp resulta agotador porque se añade a la cadena de sobreactuaciones que irremisiblemente opacaron su talento. En cuanto a su destreza para lo musical, acá no da en la nota como sí en Sweeney Todd (aunque allí tampoco lo conseguía del todo) y poco ayuda el subtexto perturbador del tema que le canta al personaje (también odioso) de Lilla Crawford.
*3. TUSK (2014, Kevin Smith)
Por más que uno se empecine en defenderlo, no hay mucho que podamos hacer ante la inevitable realidad de que el Kevin Smith de los noventa era infinitamente superior al de la actualidad. La triada perfecta compuesta por su ópera prima Clerks, la sucesora Mallrats y la grandiosa Chasing Amy era suficiente como para seguir teniéndole (un poco de) fe luego de Cop Out y Red State. Hasta que el año pasado estrenó Tusk y la perspectiva cambió. Tomemos como punto de partida que la gestación de esta película se produjo en medio de uno de los podcasts que Smith realiza con su amigo y productor Scott Mosier (los llamados SModcasts que tan bien les salen), cuando a partir de la narración de una anécdota les preguntan a sus seguidores de Twitter si querían que la misma sea llevada a la pantalla grande. La mayoría estuvo de acuerdo y de este modo Smith se puso a escribir y a filmar la peor película de su filmografía.
En esta cruza de géneros (el director intenta emular al Sam Raimi de Evil Dead con pésima suerte) Justin Long interpreta a un periodista aficionado a la historias bizarras. Luego de ser invitado por un hombre a su cabaña con la promesa de tener muchos relatos para compartirle, la narrativa vira hacia la peor clase de absurdo y entran en escena personajes dispares como los de la novia (Génesis Rodríguez), el mejor amigo ( Haley Joel Osment ) y el inspector Guy LaPointe que personifica Depp, nuevamente creyendo que está haciendo un buen uso de su carisma.
Lejos de verse afectado por las críticas - incluso las de sus propios seguidores, como quien les escribe -, Smith redobló la apuesta asegurando que habrá dos secuelas de Tusk bajo el concepto "The True North Trilogy". La promesa no quedó ahí. Efectivamente el realizador salió a filmar Yoga Horses, la segunda entrega que se estrenará en enero de 2016 y de la cual también forma parte la hija de Depp, Lily-Rose. Dato: originalmente Smith le pidió a Quentin Tarantino que actuara en su film pero, al recibir la negativa del director, lo convocó a Depp para el personaje de LaPointe.
*4. SOMBRAS TENEBROSAS (2012, Tim Burton)
Luego de las decepciones que implicaron Sweeney Todd y, sobre todo, Alicia en el país de las maravillas, muy pocos esperaban que Sombras tenebrosas se convirtiera en un regreso con gloria de la dupla Tim Burton-Johnny Depp. Sin embargo, la adaptación que hizo Seth Grahame-Smith de esa telenovela gótica creada por Dan Curtis para la ABC no pudo superar la barrera de la mediocridad. A fin de cuentas, estamos hablando del hombre que escribió las novelas Orgullo, prejuicio y zombies y Abraham Lincoln, cazador de vampiros. Como consecuencia, Sombras tenebrosas es más fiel a su guionista que a su director, ya que descansa en los meros guiños vacíos a la serie que toma como base y no se preocupa por configurar personajes atractivos que funcionen autónomamente por fuera de esa ineludible referencia.
Por otro lado, el Barnabas Collins que interpreta Depp es tan unidimensional que nos hace extrañar esas colaboraciones primigenias con Burton, cuando el actor no solo parecía interesado en dotar de humanidad a esas criaturas sino también en empujar sus límites como artista al punto tal de dejarnos actuaciones memorables como las de El joven manos de tijera y Ed Wood, probablemente lo mejor que hizo en su carrera.
*5. TRANSCENDENCE: IDENTIDAD VIRTUAL (2014, Wally Pfister)
Los saltos que emprenden los directores de fotografía a la dirección a secas son, cuanto menos, polémicos. Con excepción de los brillantes Nicolas Roeg, Mario Bava y Tom DiCillo, muy pocos consiguen trasladar sus fortalezas e inquietudes como DFs a sólidas óperas primas. Wally Pfister no es la excepción. Luego de haber colaborado con Christopher Nolan - quien es el productor ejecutivo de Transcendence -, Pfister realizó este largometraje curiosamente sin la necesidad de escribirlo (el guión le pertenece a Jack Paglen), a pesar de que la premisa se asemeja bastante a ciertas ideas del cine del director de El origen, a quien viene acompañando desde 2010 con Memento.
No hay manera de excusar la penosa interpretación de Depp como un investigador de inteligencia artificial que termina siendo el target de unos extremistas que se oponen a sus avances en la materia, pero mucho menos se puede perdonar la manera en la que se desperdician grandes actores como Rebecca Hall, Morgan Freeman , Cillian Murphy y Paul Bettany, todos ellos verbalizando líneas de diálogo que pretenden ser profundas y resultan irrisorias por aspirar a una grandilocuencia que nunca se traduce en escenas atractivas, o en diatribas que esbocen algo novedoso sobre la rebelión de las máquinas como sí supo hacer Alex Garland con la flamante Ex Machina.