Top Five: los mejores personajes del cine del año
Comenzamos con los viernes de balance con esta categoría muy variada
*1. MARK WATNEY (Misión rescate)
En su libro The Martian, Andy Weir lo pone a su protagonista, el astronauta y botánico Mark Watney, de cara a una realidad dura. Tras una misión fallida en Marte en la cual su equipo lo da por muerto y consecuentemente lo deja atrás, él se despierta y toma consciencia de dos verdades: no puede comunicarse con la NASA y no puede darse por vencido. Así comienza la verdadera odisea de la novela, una sobre un hombre que desearíamos que existiera realmente, quien lejos de sentirse abatido por los obstáculos, se propone superarlos uno a uno, con la música disco como acompañante y las papas como único comestible.
En el celebrado regreso de Ridley Scott tras algunos traspiés (y con la fiel adaptación de Drew Goddard), Matt Damon capta a la perfección esa prosa vivaz de Weir y hace de Watney un personaje entrañable, que demuestra que el adquirir conocimientos no es algo ni tedioso ni aburrido sino una manera de supervivencia como cualquier otra. "I'm going have to science the shit out of this", dice Watney en un momento del film, una frase imposible de traducir que habla sobre cómo, a partir de la ciencia y un esfuerzo mancomunado, efectivamente se pueden lograr milagros.
*2. SIN-DEE RELLA (Tangerine)
En las vísperas de Navidad, Sin-Dee Rella (Kitana "Kiki" Rodriguez, en su debut cinematográfico) sale de la cárcel y lo primero que hace es sentarse a compartir una dona con su mejor amiga Alexandra (Mya Taylor). A los segundos, cuando se entera de que su novio Chester la está engañando, emprende una frenética búsqueda por Los Ángeles no solo del hombre en cuestión sino de "la otra", una "chica blanca" cuyo nombre verdadero nadie puede precisar. Sean Baker es un director que sabe cómo construir historias bien específicas (desde Take Out hasta Starlet), con personajes con idiosincrasias que son expuestas con un enorme nivel de detalle y su flamante film no es la excepción.
Tangerine no solo sigue a Sin-Dee - una transexual que trabaja por sexo al igual que Alexandra - en esa cruzada de venganza y/o pedido de explicación, sino también a su amiga y a un cliente que, en otra punta de la ciudad, está pasando las fiestas al igual que esas dos mujeres: con una sensación de soledad a cuestas. Enérgica, hilarante y filmada enteramente con un iPhone, Tangerine -exhibida en la Competencia Internacional del Festival de Cine de Mar del Plata- es (al igual que Top Five de Chris Rock, también de este año) una relectura de La Cenicienta que avanza sin respiro hacia su conmovedor plano final.
*3. SADNESS ( Intensa-Mente)
A simple vista, la moraleja que se puede extraer de la inspiradísima película de Pete Docter es que, para sobrellevar cualquier imprevisto, es necesario lidiar con todo el espectro emocional. Así como el enojo es imperativo dentro de las distintas etapas de un duelo, la alegría es esa suerte de recompensa al final del recorrido. Sin embargo, Intensa-Mente tiene la habilidad - como gran parte del cine de Pixar - para tomar una premisa trillada y volverla encantadora y devastadora al mismo tiempo. Nada resulta perezoso en el guión de Docter, Meg LeFauve y Josh Cooley. Desde la pérdida del amigo imaginario (toda una declaración sobre las pequeñas muertes que atravesamos a veces sin darnos cuenta) hasta el derrumbe de los micromundos que vamos construyendo y que la vida destroza, el film es verdaderamente nostálgico en su raíz.
Asimismo, el personaje de Sadness ("tristeza") es propulsado por un gran trabajo de voz de Phyllis Smith - quien ya se destacaba en The Office - y el mismo representa para la protagonista Riley un modo más de resolver un conflicto interno: cómo moverse en un escenario poco familiar. Los intercambios entre la tristeza y la alegría (Joy, con la voz de Amy Poehler ) son tan certeros como memorables, sobre todo cuando ambas emociones se ven sumergidas en el universo de la abstracción. Sin dudas, Pixar lo hizo de nuevo.
*4. FURIOSA (Charlize Theron en Mad Max: Fury Road)
En una conferencia de prensa del Festival de Cine de Cannes, le preguntaron a Tom Hardy si se sintió consternado al leer el guión de Mad Max: Fury Road y notar que había tantos personajes femeninos en sus páginas. El actor fue lapidario. Miró al periodista con visible molestia y le respondió monosilábico: "no". El relanzamiento de la saga de George Miller implicó exactamente ese gesto que tuvo Hardy, el hacer caso omiso a los preconceptos, quebrar con los mitos, y mostrar lo maleable que puede ser una historia. Así, Mad Max se convirtió en una de las películas del año no solo porque en ella reside una heroína extraordinaria como lo es Furiosa (una excelente Charlize Theron ) sino porque en ella también conviven el hombre y la mujer en un mismo plano. Max Rockatansky necesita de Furiosa y su ejército femenino y Furiosa necesita de Max para poder volver triunfante tras la rebelión.
Por otro lado, uno de los grandes momentos del film es aquel en el que Furiosa y las jóvenes prisioneras se encuentran con un viejo ejército de mujeres. Miller frena la acción y deja que su película respire mientras ellas comparten anécdotas con la mirada fijada en lo estéril, un instante donde la fotografía de John Seale se destaca más que nunca.
*5. STEVE DESPRÉS (Antoine-Olivier Pilon en Mommy)
La música es fundamental en el cine de Xavier Dolan. Un ejemplo claro es el de Tom à la ferme, película que concluye con el enorme tema de Rufus Wainwright "Going to a Town", uno que habla sobre "emprender el propio camino a casa", precisamente lo mismo que debe hacer el personaje de Tom en su encrucijada. ¿Cuál es su casa? ¿Su vida de siempre? ¿O la vida en esa granja donde lo mantuvieron cautivo? Es fútil preguntárselo. Las respuestas nunca llegan. En Mommy, Dolan lleva al paroxismo su rabiosa melomanía cuando el joven Steve (interpretado por Antoine-Olivier Pilon) anda en patineta mientras suena "Wonderwall" de Oasis y Noel Gallagher promete salvar a alguien que necesita ser rescatado. Allí mismo, el plano se abre y ese chico que tanto conflicto le genera a su madre es feliz por un rato.
De todos modos, la sensación de felicidad es efímera en Mommy, un film sobre lo complejo que puede ser intentar ayudar a una persona que está enferma. Por lo tanto, cuando Dee (Anne Dorval) opta por internar a su hijo, antes se toma un tiempo para imaginar qué hubiese sido de su vida si ese adolescente no hubiese tenido tantos problemas de conducta, si ese adolescente hubiese podido ser salvado al menos una vez. En esos durísimos minutos, Dolan hace uso del instrumental de Ludovico Einaudi "Experience" para concebir no solo la mejor escena de su aplastante película sino la de toda su filmografía.
PARTICIPACIÓN. ¿Cuáles son sus personajes cinematográficos favoritos del 2015?
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