Una misión casi imposible
Los más de 125.000 espectadores en diez días que tuvo en abril último el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires ratificaron una vez más el interés del público local por conocer el cine que se hace en todo el mundo fuera de los parámetros industriales de Hollywood.
Pero hoy parece una misión casi imposible lograr que films en principio ajenos a los circuitos más comerciales puedan ser vistos por un número de espectadores que se estima entre 60.000 y 150.000 personas, que es aproximadamente lo que se requiere para considerar mínimamente recuperada la inversión por estrenar un film en forma independiente. “Antes de la debacle -confiesa Scalella- recuperábamos un peso con sesenta por entrada.” Ese monto hoy bajó a una cifra que oscila, según cada caso, entre los 35 y los 50 centavos.
Para que una película “de calidad” con distribución independiente pueda ser estrenada en un circuito comercial más o menos razonable (los ejemplos van desde “Gracias por el chocolate” e “Intimidad” hasta “Storytelling” o “El empleo del tiempo”) hay que considerar una inversión de no menos de 20.000 dólares en publicidad y otro tanto en materia de gastos de laboratorio, copias y otros insumos. Estos valores podrían incrementarse inclusive hasta los 80.000 dólares cuando se trata de films importantes, pero que no podrían llegar a la Argentina si no es a través de distribuidores independientes, como ocurre con “John Q” o “En el dormitorio”.
“Las copias tienen insumos importados que representan del 60 al 75 por ciento de su valor”, señala La Valle. Esto llevó a los distribuidores a reducir el número de copias de sus próximos estrenos: “El último día”, el film bosnio que superó a “El hijo de la novia” en la carrera por el Oscar al mejor film extranjero, será estrenado en la Argentina el 25 de julio, distribuido por la empresa independiente Alfa Films, en apenas 10 copias.
Esta circunstancia, además, demora la llegada de las películas al interior. “Italiano para principiantes”, por ejemplo, se conoció en las provincias siete semanas después de su estreno en la Capital Federal, y otras películas ni siquiera logran salir del circuito de exhibición ubicado en el área metropolitana.
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