Cómo fue el último llamado telefónico de Ortega a Tinelli

"Es una cuestión de códigos", es la frase que Sebastián Ortega repite una y otra vez. También aclara que los celos jamás existieron. La explicación del escándalo que originó la relación entre Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés se encuentra en esas promesas adolescentes en las que los amigos, si es que lo son, se prohíben la chica que ya pasó por el corazón de uno de ellos. Así que él, el productor del momento, no concibe nada de ese folclore de programa juvenil de la tarde o de pueblo chico en el que "todos salen con todos". Eso está prohibido.

Esta semana Ortega habló nuevamente de por qué reaccionó tan mal frente a ese noviazgo, que duró pocos meses, entre alguien a quien él creía un amigo y su ex mujer. En una producción de la revista Gente, la cual aprovechó para despachar algunas cositas y mostrarse feliz junto con su actual novia Ivana Figueiras y sus hijos, todos juntos y revueltos, contó detalles de la última conversación telefónica que tuvo con Tinelli cuando se enteró de lo que fue para él una "mala nueva".

"Me enteré por mi mamá (...) Después lo llamé [a Tinelli], porque soy un hombre y me gusta que las cosas se hagan de frente. Lo encaré y lo mandé a la mierda", dijo el productor de Graduados a ese medio.

Y aclaró: "Si hay algo tan importante para comunicar o me siento traicionado, yo voy a ser el encargado de de levantar el teléfono y decírtelo; no voy a mandar a nadie".

También, aprovechó para desmentir los dichos acerca de que en esa época él le estaba pidiendo consejos a la cabeza de Ideas del Sur para recuperar a su ex mujer. Al contrario, esos consejos los habría pedido mucho tiempo antes.

La charla telefónica entre dos potencias

Aquí, parte de la entrevista con quien asegura: "Si tengo que sacar algo bueno de este quilombo, es que estoy al lado de una mujer increíble, que se merece mi amor y mucho más".

-¿Cómo fue esa charla?

-No llegó a ser una charla. Somos tan distintos como personas que no pudo surgir nada, Fue un ida y vuelta de dos o tres contestaciones. Dije lo que tenía que decir y corté.

-Dijeron que un mes antes habías hablado con Marcelo, diciéndole que querías reconquistar a Guillermina.

-Eso no es cierto. Esa charla que decís fue muchos meses atrás. Cuando me enteré, en ese mismo momento me estaba tatuando el nombre de Ivana, y estaba lejos de tener intenciones de volver con mi ex mujer. Simplemente fue por una cuestión de códigos.

-¿A qué te referís?

-A esencia, a filosofía de vida (...) Nunca invitaría a salir a Araceli González o Paula Robles. Nunca. Porque soy fiel a esos códigos. Pertenezco a un medio muy chico, donde tengo que convivir con gente a la que respeto. Por ejemplo, a Adrián Suar le tengo respeto, más allá de que no sea mi amigo .