Con nombre y apellido
Mientras en la galería Vasari se inauguraba Puzzovio &Squirru, Marca registrada , muestra con la que Dalila Puzzovio, Charly Squirru y sus obras de época festejan el medio siglo del nacimiento del Instituto Di Tella, en el fondo del salón, de cara a un enorme autorretrato de Puzzovio, Marta Minujín recordaba frente a Squirru que la artista autorretratada y ella habían hecho su primera muestra juntas en la galería Lirolay ("¡La meca de todos los jóvenes artistas!"). Al rato, Squirru llegó hasta el otro extremo de la galería y, blandiendo una copa de champagne, invitó a reflexionar sobre el verdadero significado de nunca le des la espalda a un amigo , frase del inquietante Alfred Hitchcock.
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Será para otra vez, quizá, la visita de Cristina Fernández de Kirchner a la muestra Marie-Antoinette , en el Grand Palais, en París. Si es que vuelve por aquellas latitudes hasta el 30 de junio. Es que la Presidenta tenía bastantes ganas de ver la exposición de retratos (como éste de Joseph Ducreux), objetos y modo de vida en general de la malograda reina de Francia. Pero no pudo ser. En cambio, aunque no tenía nada de ganas de atravesar un chaparrón de agua nieve, tuvo que hacerlo. Y caminar en la marcha por Ingrid Betancourt más de lo que pensaba, también.
No todos los días se tiene la posibilidad de acceder a algún secreto de una celebridad. Pero en la apertura del año de la Galería Matilde Bensignor trascendió uno de Amalia Fortabat. Lo reveló la primera invitada en llegar, la directiva de arteBa Marta Fernández: no bien la saludaron, Matilde Bensignor y su hija Gladys le propusieron fotografiarse juntas. Fernández que, según dijo, prefiere el bajo perfil aceptó tras algunos titubeos: primero adelantó un pie, enseguida levantó la cabeza, después abrió grandes los ojos con expresión de asombro y, justo cuando el fotógrafo obturaba, relajó los músculos de la cara. Después de un par de poses aclaró que ese secreto para salir bien en las fotos se lo confesó Amalia Fortabat.
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