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El Príncipe
"La Argentina me hace pensar en el fútbol, grandes señoras, encaje, sofisticación, viejo estilo europeo, cowboys buenos mozos, churrasco y tango", fantaseaba el británico Malcolm McLaren , vía e-mail desde París, días antes de llegar a Buenos Aires para presentar su retrospectiva en arteBA. "Pero supongo que sólo estoy arañando la superficie de unas pocas guías turísticas, así que pido perdón si soy absolutamente ingenuo, estúpido e ignorante", advertía el que en 1977 fue uno de los mentores del movimiento punk, y que llenó Londres de jóvenes anarquistas con crestas de colores, borceguíes gastados y alfileres de gancho por todos lados.
Pero no distaría mucho de esa fantasía lo que el ex manager de los Sex Pistols vio en la feria de galerías de arte (hasta el lunes en la Rural) y en el Sofitel (donde se aloja) y alrededores. De hecho, la noche con aires punk planeada en el preestreno de su muestra, el martes en el stand de Chandon, más que punk fue glam: en lugar de cerveza había champagne (tanto mejor), y en lugar del equipo formal con un toque punk que se pedía en la invitación, los concurrentes prefirieron toques de glam rock.
Un buen ejemplo, Canela von Buch , con pañuelo con calaveras doradas en la cabeza. Su marido, Andrés von Buch , ex presidente de la Fundación arteBA, la miraba con admiración. Otra glamrocker : la diseñadora Evangelina Bomparola , con campera motoquera bordada con espejos. Al lado, con campera corta, camisa blanca y corbata fina, la acompañaba su marido, Juan Pons , con look más brit-pop que otra cosa.
McLaren, en tanto, se presentó en anodino traje gris sin corbata. De todas formas, fue uno de los más festejados de la noche. Pero no tanto como el estadounidense Vincent Gallo , que, ya que está en Buenos Aires rodando Tetro , la película de Francis Ford Coppola, pasó por ahí, saludó un segundo al británico, y disfrutó el resto de la noche rodeado de argentinas al mejor estilo club de fans. "Cuidado, que es pro Bush ", circulaba una advertencia que no habría impresionado a ninguna.
Algunos mozos rompieron copas, sin querer. "Eso es lo más punk que vi hoy", ironizaba una ex muchacha punk . Pero un chico de pelo largo, barba y anteojos de marco grueso se indignó: "¡No, lo más punk de hoy fue tu cartera, me encanta!" Y se inclinó para besar el bolso de vinilo negro con tachas doradas de la última colección de Betsey Johnson. Error: esa cartera era glam.
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