Gieco demostró que en Córdoba es el monarca indiscutido. Kapanga y Rata, locales; disturbios con El Otro Yo.
Segundo día del Cosquín Rock, segunda jornada en la Comuna San Rock-e con, como dicen las abuelas, un "sol que raja la tierra". El calor agobiante en el centro de la Argentina hace que las actividades programadas para antes de las 18 horas transcurran con un mínimo de público, que va arribando al lugar cuando Febo deja de castigar a la gente con sus rayos cada vez más potentes, agujero de ozono de por medio.
Tras La Mancha de Rolando, Pericos se adueñó del main stage con un set que fue de menor a mayor. Con Juanchi Baleirón cada vez más cómodo en su rol de front man, su repertorio incluyó sus clásicos de siempre, temas de 7 y una versión de "Mejor no hablar de ciertas cosas".
Mientras que en el escenario punk Cadena Perpetua volvía a rockear de forma tan contndente como en el Gesell Rock, El Otro Yo salía a escena con un popurrí de sus temas más conocidos ("Chupa chupa", "La tetona", y más). De vuelta como cuarteto (a los Aldana Bros. y Ray se les sumó el ex Brujo Gabriel Guerrisi en guitarra, tras la ida de Ezequiel Araujo) ofreció un recital explosivo, con gran aceptación por la audiencia. Al final, Christian desafió a todos: "Es la quinta vez que venimos a Cosquín. ¿Qué quieren, qué nos vayamos o que toquemos tres temas más? Porque después nos dicen que tocamos poco", y acto seguido arrancó con "No me importa morir". Enseguida, lo único que salía de los parlantes era su guitarra: la organización decidió cortar todo el sonido. Ni lerdo ni perezoso, el líder de EOY arrojó el pie del micrófono contra el suelo, una y otra vez. Un asistente de escenario se lanzó encima suyo y, como dirían los 2 Minutos (que estaban en el tablado número 2), comenzó el "piñas van, piñas vienen" por parte de Christian y el hombre, con Ray intentando separar. Al terminar la batahola, como compensación, Christian se arrojó al público, y todo terminó.
Rata Blanca jugó de local en La Docta, provincia en la que Walter Giardino y los suyos tienen gran número de fans. Un concierto prolijo, que no obvió "Mujer amante", y dio paso a la mejor actuación de la noche: la de León Gieco.
El show de León, en términos generales, fue muy similar al de Gesell (los únicos cambios fueron la exclusión de "El fantasma de Canteville " y "La mamá de Jimmy", y la inclusión de "Cinco siglos igual" -a duo con Andrés Giménez de A.N.I.M.A.L.- y "Pensar en nada"). Lo distinto, eso que lo llevó a conformar un set extraordinario, fue la comunión entre Gieco y los cordobeses: un vínculo que lleva años, que se afianza con cada una de sus presentaciones y que hace pensar en que la verdadera forma de apreciar su carisma es asistir a una presentación suya fuera del ámbito bonaerense. Tal como ocurrió en el Autocine de la Villa, después del recital sonó "Un minuto" y, tal como ocurrió en en el balneario, todos escucharon en silencio, sin ninguna manifestación al respecto.
Kapanga festejó sus diez años con los locales Caligaris como invitados, y menciones varias a los "caretas" de Arbol y a Charly García ("le falta el respeto a la gente, y eso no me gusta", dijo El Mono en la conferencia de prensa). Tal como ocurre en esta clase de acontecimientos, los de Quilmes rinden, se lucen y entregan una piedra caliente con forma de escenario a quienes los siguen. En este caso, La 25.
Junior y sus muchachos culminaron la segunda noche a pura efervescencia barrial y postura stone, tal como ocurrio en la primera jornada del Gesell. Mañana es el turno de Las Pelotas, La Vela Puerca e Intoxicados como actos centrales. Allí estaremos.
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