Cuando a la danza le crecen alas
Pograma:"Coppelia", música de Leo Delibes, coreografía de A.Lojo sobre la original de Arthur Saint-León; "La Vivandière", música de Cesare Pugni, coreografía de A. Lojo, sobre al original de Arthur Saint-León; "Angel eterno", música de Lito Vitale, coreografía de Ricky Pashkus, textos de Víctor Heredia, y "Birdy", música de Peter Gabriel, coreografía de Jean-Pierre Aviotte. Orquesta Sinfónica dirigida por Pedro I. Calderón. Luna Park.
Un programa vibrante, que tuvo tanto picos de emoción como danza de alto nivel, fue el que mostró JulioBocca en el segundo ciclo de presentaciones de su temporada en el Luna Park. En una sala de bote a bote, el público emitía oleadas de fervor entendiendo que si en la variedad está el gusto, aquí hubo mucho y bueno para elegir.
Es importante que una figura como Julio se lance a puestas que traducen los distintos estilos de la danza para ingresar en todos los canales de la comunicación, de lo que se trata la magia del hecho artístico y, en Bocca, esto es natural. No se habla aquí solamente de su fenomenal talento y técnica prodigiosa, sino también de lo que irradia su sensibilidad, que tiene línea directa con el corazón de los espectadores.
La primera parte fue dedicada al clásico. El montaje del pas de deux de "Coppelia", que podría resultar otro trillado dueto dentro de la programación, salió de lo común por la manera en que ingresan Julio y Luciana Paris, tal como ocurre en la obra, caminado y dulcemente tomados del bracete. Así comienzan a bailar como continuando el argumento de los amores de Franz ySwanilda.
Julio realizó en su variación pasos de pirotecnia acondicionados a su virtuosismo, hasta llegar a una coda espectacular con el remate de grandes pirouettes ralentadas en el cierre. Luciana, a los quince años, desmuestra facetas que auguran alto calibre: en el pas de deux, con tres promenades en attitude y posteriores equilibrios _un segmento muy parecido al Adagio de la rosa de "La bella durmiente"_, su tecnicismo tuvo momentos deslumbrantes.
Luego, con el vivificante pas de six de "La Vivandière", los solistas delBallet Argentino mostraron el excelente training y absorción de estilos que han logrado a través de la guía de Lidia Segni, directora de la compañía. Este fragmento, perteneciente a una obra del período romántico, manifiesta muy bien sus peculiaridades: pequeños pasos de intrincada elaboración, soltura, refinamiento, y luminosidad más que brillo. Todo lo contrario a la bravura. Sin embargo, las dificultades que estos fraseos presentan, por ejemplo, en las variaciones masculinas, son temibles. A los quince años, Hernán Cornejo va en meteórico ascenso hacia una gran carrera, en tanto y en cuanto siga expandiendo junto con sus impresionantes dotes técnicas la interpretación. Porque de esto se trata: la técnica es un medio para decir el arte y no un muestrario para consagarar campeones de quién da más.
Cornejo, con el ejemplo de Julio, sigue el camino de la emoción aliada al tecnicismo: sus entrechat six y tours en l` air continuados, posando cada vez en perfecta quinta posición, fueron de impacto y realizados con purismo. Las chicas conformaron un grupo homogéno, gracioso, con delicadeza en los port de bras y solidez y agilidad en los pasos. Excelente y chispeante la actuación de Erica Cornejo como la alegre protagonista.
Con el estreno de "Angel eterno" el clima se tornó vehemente y dejó al desnudo los conflictos humanos. Lito Vitale, al piano y teclados desgrana su propia partitura junto con el coro que dirige Carlos López Puccio. De Víctor Heredia, los textos siguen la emoción de de lo que ocurre en escena, adheridos a una música que habla de agonía y de éxtasis. Ricky Pashkus creó una coreografía que extrae hondos sentimientos del protagonista, Julio Bocca, un ángel terreno, que busca el amor, lo encuentra, retiene, lo rechaza, le teme, lo deja pasar, lo vuelve a buscar.
Corazón al aire
El eje es el amor, la armonía y el desencuentro con la propia felicidad, tan intangible y tan cercana, según la idea. Julio conmueve en una amplia gama de expresiones. Se manifiesta con movimientos de danza contemporánea, en hacen simbiosis con su grandiosa técnica . En sus solos y en los dúos con Luciana Paris, sensitiva, sensual, romántica, trágica, es donde Pashkus logra los picos altos de su creación. Para el cuerpo de baile, la coreografía es más lineal y de apoyatura, con menor vocabulario, aunque igualmente intensa. La obra va in crescendo de acuerdo con la fuerza confiere Vitale, si bien el final no significa un redondeo: por algo la verdad absoluta, la felicidad eterna son inasibles. hasta para este ángel que es, en realidad, un hombre modulándose a la vida.
Hace unos años,Jean-Pierre Aviotte creó sobre la base del argumento del film "Birdy" un ballet para Julio Bocca. En una obra concisa, realizada en siete cuadros, la historia es un golpe al corazón y comprende uno de los mejores papeles concebidos para este artista.
Birdy se identifica con los pájaros porque no soporta la crueldad humana. Siente que en el espacio y en la libertad que las aves tienen al volar reside la paz. Le es ajeno el amor hacia la mujer que lo seduce; está lejos de sentir el calor de la amistad del hombre. La tristeza embarga a un ser extraño y demencial a juicio de los otros. Acurrucado en su habitación, como adentro de una jaula, Birdy languidece. Sólo cuando se lanza por la ventana, hacia el espacio, volando, comienza a existir. Julio se transforma, va del sufrimiento a la felicidad y realiza un desdoblamiento tan veraz que impulsa a creer que también es un ave. En el final, cuando con piruetas en creciente velocidad simula arrojarse en el vacío, al aire, Bocca literalmente vuela. Y la ficción se convierte en realidad. Excelentes en sus personajes Luciana Paris y Manuel Martínez añadieron hondura a esta obra soberbia.
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