Danza 2018: el ballet, un género que sigue ganando público y se diversifica con las galas
La compañía del Colón volvió a sacudir la taquilla; por fuera, se reprodujo el formato de noches con estrellas
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/AB74GDPAHRHNDLZW4PBPUCSQE4.jpg)
Parados en la última baldosa del año resulta casi imposible no centrar un balance de ballet en el Teatro Colón. Fue esporádico -espasmódico- lo que se produjo por fuera de esa casa, aunque hay que decir que este año proliferaron las galas: un atractivo formato, a la orden del día.
En este sentido, hacen falta los dedos de las dos manos para contar estas noches de corte festivo, figuras invitadas y menú de bocadillos varios, que con marquesinas transoceánicas (la Gala Internacional, Evolution, Marianela Nuñez en San Martín, San Carlo di Napoli) o locales (Buenos Aires Ballet, Consejo de la Danza, Fundación Julio Bocca, Danzar por la Paz) cobraron notoriedad. Sin embargo, lo que se entiende como desarrollo artístico -aquello que puede considerarse en el tiempo, ya sea el que dura una obra o el de una temporada- tiene que ver con el trabajo de una compañía. Y, exceptuando los elencos contemporáneos, en 2018 el único caso que resiste una mirada con continuidad es el Ballet Estable del Teatro Colón.
Con el frío respaldo de los números, por segundo año consecutivo la compañía fue taquillera y marcó un nuevo récord de asistentes: 88.796 para 37 funciones regulares (aunque en total salieron 60 veces a escena). Un ejemplo ilustrativo: en las últimas semanas fue imposible conseguir entradas para ver El Cascanueces tanto como en invierno hacerse de un ticket para llevar a los chicos a ver Alicia en el país... o Coppelia.
"Cuando se abre el telón, se tiene que ver lo mejor". La máxima representa la idiosincrasia de Paloma Herrera, la directora, y está cumplida. El elenco mantuvo un alto nivel en los cinco títulos; desde el cuerpo de baile hasta los principales, el compromiso fue completo. Y a propósito de protagonistas, se consolidó la tendencia de renovar oportunidades. Fue una gran temporada para Macarena Giménez y Maximiliano Iglesias como principales; se lucieron Camila Bocca (una promesa cumplida), Jiva Velázquez (como Alí, en El corsario), Emanuel Abruzzo y Facundo Luqui (inmejorables amigos para Romeo), Paula Cassano (la prestancia, en Aida), por nombrar algunos solistas.
Es, al revés, cuando se cierra el telón, que aparecen algunos traspiés, que por estos días buscan respuestas. Y es de esperar que, como es lógico, las respuestas aparezcan con el diálogo.
Año de grandes despedidas
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/GG4HTLI72BHOHBWCCHFX7REGKU.jpg)
Tres veces llovieron pétalos de rosas al borde del escenario y hubo lágrimas, ramos de flores y aplausos que bajaron en cascada desde el Paraíso. El último y más popular fue el adiós de Iñaki Urlezaga. Tal vez la ocasión hubiera sido igual de emotiva, pero no tan excepcional sin la espléndida bailarina inglesa Lauren Cuthbertson, que este Romeo y Julieta trajo como invitada a Buenos Aires. Antes, en agosto, y con una comedia, La viuda alegre, Alejandro Parente (de a dos con Marianela Nuñez) y Karina Olmedo se despidieron tras una carrera completamente desplegada en el Colón. Protagonistas de las últimas décadas, su partida marca un antes y un después.
Avances y retrocesos de la esfera pública
El año comenzó con la disolución de la compañía clásica que dirigía Iñaki Urlezaga por parte de Cultura Nación. En marzo se debería haber realizado una nueva versión de Ciudanza, pero no sucedió, y volvió a perder su continuidad. En el Complejo Teatral de Buenos Aires la actividad coreográfica volvió a tener un protagonismo que no tuvo durante la anterior gestión. En el Cervantes, la danza independiente siguió siendo ignorada, lo que despertó el descontento del colectivo Foro Danza en Acción. En septiembre el coreógrafo David Señorán renunció a la dirección ejecutiva de Prodanza en medio de diversas críticas. En octubre se realizó el Festival Buenos Aires Danza Contemporánea, dirigido por Roxana Grisntein, que incluyó a interesantes propuestas locales y extranjeras. Mientras tanto, avanza la conformación de una Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/LSFHUFXIZVAFJNYI543OIJHGUE.jpg)
Las 5 mejores del año, según nuestros críticos
Constanza Bertolini
- 1 I am beautiful
Compañía Zappalà Danza, Festival Buenos Aires Danza Contemporánea, en el Teatro Coliseo
- 2 Romeo y Julieta
De Kenneth Macmillan, por el Ballet Estable del Teatro Colón
- 3 El Corsario
Con reposición de Julio Bocca, por el Ballet Estable del Teatro Colón
- 4 El hombre que perdió su sombra
De Eleonora Comelli, en el Teatro Cervantes
- 5 El reñidero
De Alejandro Cervera, por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín
Alejandro Cruz
- 1 Un domingo
De Florent Bergal, Festival de Circo Independiente
- 2 Acróstico
De Diego Rosental, Centro Cultural Rojas
- 3 Endo
De David Wampach, Festival Buenos Aires Danza Contemporánea
- 4 SapiensRabia
De Lisi Estaras, Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín
- 5 Bólero/ take away
De Grisel Alboniga, Festival Buenos Aires Danza Contemporánea y Noche de los Museos
Laura Chertkoff
- 1 12 Chinese Zodiac por China Oriental
Performing Arts Group, Teatro Coliseo
- 2 Opera Prima
Compañía Danza Argentina, Teatro Avenida
- 3 Romeo y Julieta
De Kenneth Macmillan, por el Ballet Estable del Teatro Colón
- 4 Laberintos
Intervención coreográfica de Andrea Castelli, en la ex Biblioteca Nacional
- 5 Fierro
Por el Choque Urbano, en la Ciudad Cultural Konex
Más leídas de Espectáculos
Imparable. Fue la “princesa”de Rodolfo Bebán y a punto de cumplir 80 años trabajó con De Niro: en qué anda María Rosa Fugazot
Sigue la polémica. El contundente mensaje de la exesposa de Piñón Fijo luego de las acusaciones de sus hijos
Rating. El ganador menos pensado que superó a Marley, Marcelo Tinelli y Guido Kaczka
Partida. En completa soledad, los hijos de Rodolfo Bebán despidieron al actor en la Chacarita