De Rosas a San Martín, del Che al Papa
En cine, Rodrigo de la Serna ya hizo de San Martín, del amigo de Ernesto "Che" Guevara en Diarios de motocicleta y, el año próximo, se estrenará la película en la que hace del papa Francisco. Ahora, en teatro, hará de Juan Manuel de Rosas. ¿Estrategia, búsqueda, casualidad, intención de dialogar con personajes históricos enclavados en el inconsciente colectivo? "No sé por qué es... se fue dando -aclara él-. Son cosas que llegan y uno las acepta o no. Me tocó tener este tipo de responsabilidades y yo las disfruto mucho. Haber filmado Revolución: El cruce de los Andes, por ejemplo, fue maravilloso. Fue una película muy compleja que se hizo en muy poco tiempo.
-¿Y cómo fue la filmación de Llámame Francisco?
-Yo filmé un guión que me gustaba mucho. Fueron tres meses de un laburo muy duro, durísimo. No sé cómo va a quedar eso... Hay rumores de que quieren agregar o quitar partes, no sé y eso me preocupa un poco porque soy el que pone la cara... [se ríe]. Antes ya me habían llegado dos guiones.
-¿Dos?
-Sí... No sé por qué, ¡me verán parecido al Papa! Los dos anteriores no me gustaron, pasaron cosas y no acepté. Cuando pensé que había zafado, me llegó el tercero que sí me gustó.
-¿Qué pensaste cuando te llamaron por tercera vez para hacer del Papa?
-Me puso un poco paranoico...
-Obvio [se ríe].
-Me parece que vieron la fotito mía junto a la del Papa que salió publicada en la revista Variety para cuando se hizo el primer anuncio [la que iba a dirigir Alejandro Agresti] y, luego, los otros productores habrán copiado la idea.
-Bien ahí. Es una buena explicación para bajar el tono a argumentos paranoicos.
-Totalmente. Yo compré ésa.