El acompañamiento ideal para una visita de primer nivel
George Garzone Quintet. Músicos: George Garzone: (dirección, saxo tenor), Mariano Loiácono (trompeta, fliscorno), Leo Genovese (piano), Belén López (contrabajo) y Eloy Michelini (batería). Sala: Bebop Club. Nuestra opinión: muy bueno
Como si quisiera despabilar a los distraídos y dar cuenta del tremendo cuarteto argentino con que se acompañó esta vez, el saxofonista George Garzone arrancó el primero de sus tres conciertos a sala repleta en Bebop Club con una extensa serie de -lo que él mismo llamó- "episodios free". Eso que mencionamos genéricamente como "free jazz" no es siempre lo mismo. En este caso, como director del grupo, Garzone funcionó como guía en la presentación de algunas melodías reconocibles o no. A partir de eso, en formatos variables de solos, tríos o dúos, los músicos se dieron a la tarea de improvisar con total libertad, dentro o en los bordes de la tonalidad, produciendo fricciones armónicas, jugando con los efectos tímbricos y los climas. Y lo que resultó fue por momentos maravilloso: porque el trío de base que integraron Leo Genovese -argentino de Venado Tuerno, habitante hace años de los Estados Unidos-, Belén López y Eloy Michelini se movió en varios momentos en conjunto como si tocaran así habitualmente, porque Mariano Loiácono sigue escalando peldaños y parece no tener techo tampoco en este lenguaje menos clásico y porque el propio maestro de ceremonias se sumó a sus compañeros con su reconocida habilidad para cualquier tipo de improvisación.
Lo que vino después de ese largo "primer tema" fue, puede decirse, mucho más convencional, pero no menos interesante. Entre el furioso "free" del comienzo y las baladas -en las que Loiácono aprovechó para mostrar su gran capacidad también con el fliscorno-, entre el bebop y el hardbop, entre la presentación clásica de los temas y las improvisaciones de las que todos fueron grandes protagonistas, pasaron composiciones muy conocidas como "All of You", "Naima", "My One and Only Love" o "I Want to Talk About You", pero también varias del propio Garzone.
Este oriundo de Boston se rio de la amplísima mayoría de apellidos italianos en su formación porteña y recordó su "Tutti italiani". Homenajeó a su amigo y colega fallecido prematuramente en 2007 con "To Michael Brecker", en el que fue muy bueno el tándem Garzone-Loiácono al frente del quinteto. Y recordó el tema "Hey, Open Up!" que incluyó en un disco de otro colega, el argentino Ricardo Cavalli -Heart to Heart, de 2012-, en el que participó oportunamente como invitado especial.
Miembro del trío The Fringe, participante de giras y discos con muchos de los mayores nombres del jazz norteamericano, a Garzone se lo reconoce muy especialmente por su solvencia y creatividad a la hora de improvisar, y deberíamos agregar por una capacidad técnica que le permite desarrollar muy largas sucesiones de notas sin renovar el aire. Para la ocasión, el combo no podía haber sido más acertado. Genovese es otro que acumula un currículum impresionante y volvió a dar cuenta de eso en sus solos, de un pianismo a la vez virtuoso y original. Eloy Michelini es un baterista con un importante camino recorrido y volvió a ser muy eficiente, tanto en los solos como en las improvisaciones más libres compartidas. En su juventud y con menos pergaminos acumulados, Belén López no se asustó frente al desafío y estuvo de sobra a la altura de las circunstancias, también cuando le tocó improvisar sola o en grupo. Y Loiácono ya no necesita más elogios; próximo a viajar a los Estados Unidos para grabar un nuevo disco con músicos de allí es, sin dudas, uno de los nombres más destacados de las últimas generaciones de jazzeros argentinos.