El camaleónico Dennis Smith sabe cómo multiplicarse
En escena o con volantes en mano para promocionar sus proyectos entre el público de otras obras, en pantalla chica en la primera producción argentina para Netflix o en las sombras desde el rol de dramaturgo pero siempre con seguridad en sus pasos, así se mueve Dennis Smith por el universo artístico. "Me gusta el contacto con la gente y creo que es una profesión que tiene que ver con la voluntad de comunicar, me gusta componer canciones, cantar, escribir obras, actuar, me gusta expresarme", afirma.
Fue esa sed de comunicarse y la búsqueda de su felicidad lo que lo impulsó a dedicarse a cumplir sus sueños. El primer paso fue musical, antes de participar del reality La voz argentina y Latin American Idol, a los once años participó de Festilindo, durante su adolescencia empezó a grabar canciones propias e incluso recibió propuestas para grabar con grandes discográficas que no lograron concretarse según él por prejuicios de terceros por su orientación sexual. "El teatro me abrió los brazos, me aceptó -sostiene Smith-. Hoy en día da lo mismo ser gay para lo que es el entretenimiento y probablemente no me afecte, pero cuando tenía 17 años sí porque no era una época como la actual". Tan a gusto se sintió en el mundo teatral que años más tarde dirigió Negra, Boy Scout, Yo no soy Amy y Christiane, entre otras obras como Gloria, donde actualmente dirige a las impecables Lourdes Invierno y Karina Hernández en el Camarín de las Musas (sábados, a las 20).
Si bien la temática que encara Gloria desborda dramatismo por centrarse en el debate de dos hermanas sobre la eutanasia o no de su progenitora, por momentos es inevitable reírse de algunas frases que componen el guion y funcionan como descontracturantes vitales para el público. "Desconozco en dónde radica mi humor, creo que en esta obra funciona por situación". Otras de las aristas que trata Gloria es la toma de decisiones y sus consecuencias posteriores, algo de lo que Dennis Smith sabe bien por afrontar sus proyectos de manera independiente con todos los riesgos que eso significa.
También tiene en cartel la elogiada pieza Eye y yo, de Julieta Cayetina, la emotiva historia de una sobreviviente a siete campos de exterminio nazi (domingos, a las 18, en el Cultural San Martín).
De todos modos, Smith puede encarnar también papeles que le demanden expresar drama por los poros. Un claro ejemplo es la interpretación de Ronnie, uno de los personajes claves de Edha, en Netflix. Allí demuestra su capacidad para camuflarse entre los matices del personaje. "Actuar en este tipo de serie me resultó cómodo porque es una dinámica de trabajo de tiempos calmos, prolongados, y eso te permite que la actuación madure más. El teatro es un vértigo, siempre. Y el canto es el mayor exponente en ese sentido, porque canto cosas bastante complejas. Así como un atleta necesita estar en forma, yo necesito estar en óptimas condiciones vocales para cantar las cosas que me gustan o a las que me convocan para interpretar. Me estresa bastante pero es lo que más disfruto porque es lo que amo hacer en la vida", enfatiza.
Dennis sostiene que trabajar en TV, teatro comercial o autogestivo plantea diferentes desafíos y que el secreto para encarar cada proyecto es manejarse con versatilidad, impulsado por la pasión y el amor al arte. "Es como ir de una liana a otra, y me encanta saltar con libertad. Ponerme en las manos de otro, conectar y jugar. Es lo que yo hacía por las tardes en la casa de mis padres mientras miraba la tele y me ponía a actuar solo. Es hermoso, con el paso de los años me he vuelto cada vez más miedoso, y todo tiene que ver con la expectativa. La expectativa mata el deseo, por eso estoy tratando de reconectarme con el deseo y con la sonrisa. Este año se me va a cumplir mi deseo más grande de toda la vida. En enero del año que viene hablamos", concluye enigmático.