El círculo: trabajar en el panóptico
El círculo (The Circle, Emiratos Árabes Unidos - Ee.uu., 2017) / Dirección: James Ponsoldt / Guión: James Ponsoldt y Dave Eggers, basado en la novela de Eggers / Fotografía: Matthew Libatique / Edición: L. Lassek y F. Peterson / Elenco: Emma Watson, Tom Hanks, Bill Paxton, Glenne Headly / Distribuidora: Digicine / Duración: 110 minutos / Calificación: Apta para mayores de 13 años / Nuestra opinión: buena
En un futuro cercano, un presente en exceso. Una joven quiere trabajar en El Círculo, la empresa líder de innovación en Internet. La empresa es todo lo cool, vidriada, hipster y poblada por gente que pasa todo su tiempo con tazas de café en la mano que uno puede imaginar -o vio en la película de Google con Owen Wilson-, pero es, además, muy claramente, un pulpo que quiere ver todo, saber todo, usar las posibilidades de la tecnología al límite.
Al límite o más bien cruzando los límites entre lo privado y lo público, entre el poder del Estado y el de una empresa. Estamos ante otra encarnación del Gran Hermano de Orwell, del control total como uno de los miedos contemporáneos (cada vez con mayor base real). No hay gran originalidad en El círculo, aunque quizá su fortaleza temática esté en oscurecer la idea de transparencia del discurso de algunas empresas tecnológicas.
La película no es ripiosa, mantiene un andar constante y hasta podría decirse que es fluida. Plantea, además, los conflictos de la heroína (Emma Watson) con sencillez y velocidad; en realidad, con demasiada sencillez. Sus decisiones hacen inconsistentes, volátiles. Y el personaje jobsiano interpretado por Tom Hanks se hace demasiado inocente, casi angélico incluso frente a los costados más dañinos de sus ideas. O quizás estemos ante una variante de personajes en exceso lábiles, vacuos, contemporáneos, que pueden sostener el ritmo pero no una complejidad que nos pueda llegar a apasionar.
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