El Colón, por Radio Clásica
Concierto Festival Radio Clásica. Cuarteto de Cuerdas Almerares; Fernanda Morello, piano; Pablo Saraví y Alicia Belleville, violín y piano; Andrea Merenzon, fagot; Coro de Radio Clásica, dirigido por Oscar Llobet; Cuarteto de Cuerdas Buenos Aires; Ricardo Sciammarella, violonchelo; Jorge de la Vega, flauta; Judith Mok, soprano, Susana Moncayo, mezzosoprano y Fernándo Pérez, piano; Dúo Massone-Dabul. Teatro Colón.
Dentro del panorama sonoro de Buenos Aires, los emprendimientos de Radio Clásica van sumando constantes sorpresas. La penúltima de ellas fue la edición del compacto Fronteras Latinas, interpretado por Andrea Merenzon y María Inés Guimaraes, que salió, como todos los meses, acompañando a la Revista Clásica y que es, a su vez un CD ROM, el primero de música clásica editado en el país. Sin embargo, la última ocurrencia fue el singular y logrado concierto que organizó en el Colón y en el cual, literalmente, fueron desfilando, uno tras otro, un número destacado de artistas argentinos, los mismos que han participado en algunos de los compactos que han aparecido en este año y en otros que serán editados en el ´98.
Si bien en el Colón no es habitual un tipo de concierto colectivo de apariciones sucesivas como el de este Festival, lo inusual también se dio en su formato sonoro, ya que la transmisión simultánea del concierto por la Radio, implicó escuchar dentro de la sala la plácida voz de la locutora Lilian Banega haciendo los típicos anuncios radiales, incluyendo algunas referencias mínimas a los artistas y sus respectivas historias y hasta a las duraciones aproximadas de las obras por escuchar. Agradables y extrañas vivencias de radio en el Colón, en vivo y en directo, con calidez y sin estridencias.
Cada una de las presentaciones se extendió por unos diez minutos y así se fueron sucediendo, de modo equilibrado y variado, solistas, ensambles de cámara y el Coro de Radio Clásica. Como en todo concierto de estas características, y dentro de un nivel general más que aceptable, hubo actuaciones más destacadas. Entre ellas, hay que mencionar al dúo que conforman Judith Monk y Susana Moncayo, acompañados brillantemente por Fernando Pérez, posiblemente el mejor pianista de cámara argentino, a Pablo Saraví, concertino de la Filarmónica de Buenos Aires, con Alicia Belleville en el piano, que con inmensa musicalidad presentó el mágico intimismo de algunas miniaturas de Guastavino, a Andrea Merenzon, con dos obras cortas para solo de fagot, al Cuarteto de Cuerdas de Buenos Aires, que se enfrentó con un movimiento denso y dificultoso del Cuarteto N¼ 6 de Villa-Lobos, y al dúo de pianos de Manuel Massone y Silvia Dabul que, para concluir el concierto, presentaron una versión exuberante de "Scaramouche", de Darius Milhaud, exactamente lo que hacía falta para cerrar de modo festivo un concierto inusual y concebido con fantasía.