Ultima página. El Gardel finlandés
Por Alfredo Corti Para LA NACION
Eino Grön es como el Carlos Gardel de Finlandia: el clásico indiscutido.
Como diría la cantante Patricia Barone, mientras los argentinos cantamos con la boca, los finlandeses lo hacen con la garganta. Por eso no es raro que algunos de los aspirantes a rey y reina del gran festival anual de tango de Seinäjoki terminen cantando ópera.
Pero Grön no es uno de esos tenores. El cantó tango y sigue cantando tango. Ya ha hecho giras a Buenos Aires e incluso ha grabado con Leopoldo Federico. Por eso ocupa justamente el lugar de clásico en la programación de Seinäjoki (a unos 350 kilómetros de Helsinki, declarada ciudad hermana de Buenos Aires), el festival de tres días al que concurren unas 100 mil personas cada año a mediados de julio.
En Finlandia están vigentes tanto el tango canción como el tango bailable. Los finlandeses cantan y se emocionan con canciones como Flores rojas, que es como su Cumparsita y que alguna vez grabó nada menos que Susana Rinaldi.
Pero el fenómeno más notable actualmente es la renovada pasión por el baile. Este mes, por ejemplo, 25 o 30 bailarines viajarán a Buenos Aires. Y en diciembre lo harán otros tantos. Hay profesores que se perfeccionan en la Argentina.Y la Asociación de Amigos del Tango arma unos bailes que ya quisieran tener en Almagro.
Lo que bailan los finlandeses es definitivamente tango argentino, con cortes y quebradas. Pero lo mejor es que ellos no se pierden en discusiones como la de dónde nació Gardel o dónde murió Piazzolla: admiten que el tango es nuestro, reconocen el origen, y simplemente reivindican el giro propio que le han dado.
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