Familias frente a frente: el próximo duelo enfrentará a la cocina judía con la italiana

El equipo representante de la cocina italiana, los De Santo, y el clan femenino de las Kaspin, concursantes de la gastronomía judía, serán los contrincantes en el próximo desafío eliminatorio del reality Familias frente a frente.

El jurado formado por Christophe Krywonis, Mauricio Asta y Dolli Yrigoyen concluyó que ambos equipos fueron los que menos sobresalieron en la prueba de este domingo: la preparación de tres platos variados para un cumpleaños infantil.

Nominados para la siguiente fase, en la que uno de ellos quedará fuera del concurso, ambos participarán la próxima semana en un duelo en el que "van a saltar chispas", según auguró el conductor del programa, Leandro "Chino" Leunis .

En la prueba del día, las familias Andreu, que representa a la cocina griega; Ramírez (España) y los Ho, de tradición coreana lograron asegurarse la continuación en el certamen.

La propuesta parecía sencilla: de los tres platos a elaborar, al menos uno debía ser dulce y se premiarían la originalidad, el sabor y las presentaciones. Sin embargo, los chefs encargados de degustar las propuestas consideraron que no reinó el ingenio ni se supieron aprovechar con ocurrencia las materias primas a disposición.

Los nervios por la doble nominación crecían a medida que avanzaba el minutero en la presentación de la prueba, que no solo fue evaluada por el jurado sino también por un grupo de 70 niños con el paladar entrenado para esta tarea.

Los pequeños comensales llegaron ansiosos para celebrar un cumpleaños y se repartieron entre lo dulce y lo salado antes de dar su veredicto y de salvar con sus votos a la familia Andreu, la cual se esmeró con un combinado de flancitos, buñuelos y muffins. Los griegos lograron en esta ocasión superar errores anteriores y mejoraron su organización y disciplina.

"La mesa de los Andreu fue espléndida y completa", recalcó Dolli. "Sus platos están decorados alegremente; como bien se merece una fiesta infantil", añadió Christophe.

Un desafío añadido de esta fase fue el requisito de incluir repollitos de Bruselas a alguno de los platos, en un claro objetivo de intentar convertir la verdura en un bocado apetecible para los niños. Los Ho apelaron al ingenio y lograron camuflar el verde en medio de unas prolijas fajitas con chorizo y panceta. Su menú incluyó, además, alitas de pollo rebozadas en salsa de soja -que recibieron los elogios del jurado- y un brownie hecho por Esteban, a pesar de su inexperiencia en el mundo de la pastelería, a base de chocolate blanco y decorado con merengues y malvaviscos.

En sus preparaciones, algunos equipos buscaron arriesgar y sorprender mientras otros, como los Ramírez, quienes recurrieron a platos clásicos de las fiestas de cumpleaños. Bajo el mando de Boro, los españoles presentaron unos cubanitos que recibieron los halagos de los niños, cupcakes bañadas con confites de chocolate y pinchos de salchicha, además de frutas y unas rabas que Christophe consideró una "vergüenza" por "la grasa" que tenían.

El grupo español funcionó mejor que en otras pruebas pero sigue siendo uno de los más conflictivos a la hora de cocinar en equipo. Su polémico líder acató algunas de las críticas del jurado y delegó tareas, pero no pudo con su genio y en varias ocasiones ejerció la presión sobre su tía Pilar, quien expresó por ello su descontento. A pesar de todo, el clan logró esquivar las nominaciones.

Para los dos contrincantes que sí deberán esforzarse la semana próxima para no quedar fuera del concurso, hubo varias críticas. Entre otras observaciones, los cocineros apuntaron a la falta de cocción en la torta marmolada de zanahoria y chocolate de los de Santo, que sí destacaron por su originalidad, y consideraron que las Kaspin,a pes ar de los "exquisitos" pletzalejs elaborados por la Bobe, sufrieron un gran percance al quedar cruda la torta húmeda que prepararon.