Festival de Atenas, rebelión en la granja

El director de teatro y artista visual Jan Fabre fue la figura de la última edición del Festival Internacional de Buenos Aires del año pasado. La dirección artística de esa edición estuvo a cargo de Darío Lopérfido, el actual ministro de Cultura de la Ciudad, que está en el centro de una polémica por ciertas declaraciones que generaron tensión. Fabre también quedó en medio de una polémica y un mapa de tensiones, pero en Grecia.

En la ciudad capital griega tiene lugar otro festival de enorme importancia en Europa. Se llama Festival Internacional de Atenas y Epidauro. En febrero, el gobierno de Alexis Tsipras designó curador a este rockstar del teatro y de las artes visuales en medio de un país atravesado por la crisis económica y la discusión sobre los refugiados. Cuando todo parecía color de rosa, Fabre decía al diario El Confidencial: "Atenas es el centro de Europa, la matriz de la sociedad y de la democracia europeas. Es el lugar perfecto porque representa la crisis que está viviendo la propia Europa. Su intuición y su historia posibilitan que se abran nuevas puertas".

Su curación iba a extenderse los próximos cuatro festivales anuales. En el de esta temporada, esta figura de la escena mundial hizo la presentación hace pocos días. Frente a la prensa, el artista belga anunció que el foco del próximo festival estará puesto, justamente, en su país. Agregó: "Bélgica es el ejemplo perfecto de la multiculturalidad europea". Para sostener la afirmación hizo un parangón con los Diablos Rojos, la selección de fútbol belga. "Son de Marruecos, Uganda, Congo... de diferentes razas y religiones. La selección belga es la metáfora de Europa", remarcó.

De paso informó que lo recaudado iba a estar destinado a las pequeñas localidades que están acogiendo a los refugiados. En el marco del Festival Internacional de Atenas y Epidauro, él iba a presentar Preparatio Mortis, una de las dos obras que se vio en Buenos Aires, y Monte Olimpo, una pieza en la que durante 24 horas ininterrumpidas desgrana la tradición teatral griega.

Pero el sueño belga en tierras helénicas duró poco. Ni una semana. La programación anunciada por el creador despertó las críticas de los directores, creadores y actores griegos, ya que consideraron que el fuerte protagonismo de los artistas belgas "ninguneaba" a los locales. "En un país que ha sido destruido económicamente, donde los teatros no pueden obtener financiación, no se puede excluir a las compañías griegas", dijo, por ejemplo, Prodromos Tsinikoris, director artístico del Teatro Nacional. Los creadores locales publicaron el viernes una carta, tras una reunión con el ministro de Cultura, pidiendo la "dimisión inmediata" de Fabre, a quien tildaron de "hostil" hacia las creaciones culturales del país. En la carta se lo señaló como persona no grata.

El sábado, Jan Fabre presentó la renuncia. "Había aceptado la propuesta del Ministerio de Cultura para tomar decisiones artísticas libremente. Esto no es posible en Grecia. No quiero trabajar en un ambiente de hostilidad artística al que había llegado con el corazón y la mente abiertos", dijo en una carta. "Ha sido una víctima -apuntó el ministro- de un ataque coordinado de los partidos políticos, los medios de comunicación y el mundo del arte."

El festival ya tiene nuevo director: el actor griego Vangelis Theodoropoulos. Entre otros motivos, aceptó para que el encuentro griego no tenga que cancelarse.