Geriátrico y refugio mascotero
Ya no ve, no puede caminar o se hace pis encima..., pero el perro tiene expectativas de vida: le quedan soles por tomar, huesos por roer, siestas por dormir y amigos con quien jugar. Un perro anciano implica muchos cuidados, espacio, tiempo y dedicación, y no hay nada más lindo que devolverle el cariño en atenciones a quien supo querer sin condición. No hay tarea más dignificante que cuidar de los mayores.
Pero si no se le puede brindar todo eso existe una alternativa antes de la eutanasia, que es a veces una solución apresurada que queda grabada en el alma: un geriátrico especializado, donde pueden cuidar al animal como se lo merece y donde se lo puede visitar y mimar. Se trata de Ocikos, un pensionado de perros y gatos ancianos y discapacitados que funciona en una quinta de estilo colonial en Moreno. Perros y gatos reciben atención médica permanente, duermen al calor de la salamandra, reciben masajes y electroestimulación, atención oftalmológica, traumatológica y oncológica. Además, tienen un gran parque para disfrutar del sol en invierno y de la sombra de los árboles en verano.
En su página de Facebook suben imágenes de los hospedados para que los vean sus tutores, que pagan por el servicio de geriatría cerca de 1000 pesos por mes, según el caso del animal. Más datos, www.ocikos.com.ar , contacto@ocikos.com.ar y 15-6528-8487.
La institución tiene, también, un perfil solidario: destinan parte de las ganancias a la manutención de los perros de Aprani, una protectora que dirige Alicia Barreto, la veterinaria creadora del geriátrico, donde cerca de 100 perros rescatados esperan ser adoptados. Son perros jóvenes, que salen de situaciones de emergencia y que, después de recibir atención veterinaria se publican en la página de la entidad para encontrarles hogar: www.aprani.org.ar . Un círculo virtuoso.