Entrevista. Hernán Piquín: "Hacer acrobacias es un nuevo desafío"
El bailarín que hizo carrera con Julio Bocca y se hizo famoso en la TV es el protagonista de Signum
Caminar por la avenida Corrientes con Hernán Piquín es una verdadera odisea. No importa la edad ni la profesión del desconocido o si conduce un automóvil o si es peatón. Todos quieren una foto con él, un autógrafo, un abrazo; suenan las bocinas y los empleados de los locales dejan sus puestos y salen a la calle para encontrarse con el artista.
Primera figura del ballet de Julio Bocca durante una década, y bicampeón de "Bailando por un sueño", a los 40 años celebra la popularidad y haber sido convocado para Signum , un espectáculo con idea y dirección de Sean Mac Mckeown, director artístico del Cirque du Soleil y creador, por ejemplo, de Alegría, show que ya se vio en Buenos Aires.
Falta poco para el mediodía y para que comience un ensayo general, y Hernán Piquín aún no ingirió bocado ni tomó siquiera un café. No desayunar es una costumbre que adquirió a los 10 años, cuando se levantaba a las 5 de la mañana para llegar a tiempo a las clases de danza en el Teatro Colón, después del largo trecho que recorría desde Villa de Mayo, donde vivía. "Además de que gano tiempo, si como antes de bailar me descompongo", confiesa.
Signum es la historia de una mujer que transita un momento crucial –¿la muerte?, ¿la resurrección?–, mientras es perseguida por un villano, interpretado por Piquín. Acróbatas, cantantes líricos, trampolines, contorsionistas, telas, malabares, así es el universo de esta obra, que se presenta por ocho semanas en Buenos Aires y que ya recibió propuestas para viajar a España, Israel y México. Ucranianos, canadienses, ingleses, brasileños, tal el elenco internacional de Signum (artistas que ya participaron de espectáculos del Cirque), un espectáculo que cuenta con música original de Gerardo Gardelín, vestuario de Marcelo Péndola y coreografía de Andrea Candela.
–¿Por qué Sean Mac Mckeown eligió la Argentina para el debut? ¿Fue por vos, por la nacionalidad de su protagonista?
–No lo sé [el elenco fue seleccionado por casting, no así Piquín]. Es una gran responsabilidad poder mostrar cómo se trabaja en el país. Me hace acordar los tiempos en que vivía afuera, con compañías donde se hablaban distintos idiomas.
–Y acá te animás a algo más que a la danza…
–Sí, es un desafío porque hago acrobacias, me cuelgo, de todo. Quiero aclarar que esto no es una copia de nada. Es una historia que se cuenta. Obviamente, el primero que llevó el circo al teatro fue Flavio Mendoza, pero esto no tiene nada que ver con Stravaganza, no hay agua, no tiene tanto de lo circense y hay una trama.
–¿Cómo te llevás con Flavio?
–Lo quiero mucho. Siempre que me convocó para hacer un espectáculo con él [dos obras de la saga Stravaganza], no pude porque estaba con otros proyectos.
–¿Te gustaría dedicarte a la actuación cuando te retires de la danza?
–Sí, mucho. En Herencia de amor hacía un personaje, un italiano, Eugenio Costas, que enamoraba a Luisina Brando. Pero tengo que estudiar y además me da un poco de miedo olvidarme el texto.
–Pero tu cabeza puede recordar dos horas o más de coreografías, ¿cómo funciona la memoria en la danza?
–En la danza, si te olvidás algo, te seguís moviendo, y el público no se aviva. No sé explicar cómo funciona la cabeza de un bailarín, pero sí sé que la música es la que te lleva, aprendés los acentos, no estás contando el ritmo todo el tiempo. En mi caso, antes de una función recorro el escenario mientras repaso un poco los movimientos en mi cabeza.
Cuando era chico, Hernán ("soy hijo de un gallego llegado de España y de una mamá que vivía en el campo") quedó impactado con Noches de gala, un programa de ATC que mostraba distintos ballets. "No me interesaban los dibujitos animados, quería ver ese programa. Mi tía además tenía un cuadro con una pareja de bailarines. Lo miraba embobado. Me he quedado dormido mirando ese cuadro, que hoy lo tengo yo, guardado."
Piquín vivió en Londres, París, San Francisco y Salerno (donde se hizo fanático de Mina, Ornella Vanoni y Renato Zero, entre otros) y recorrió el mundo con la danza y con el ballet de Julio Bocca: "Vi cómo el público mundial seguía a Julio y aprendí de él a ser respetuoso con la carrera, profesional y meticuloso. Soy muy obsesivo, lo sé, pero si no, el show que querés brindar deja de ser tal, y ése es el mayor de mis miedos".
Los números de Signum
Tras Buenos Aires, la obra luego hará gira por el mundo
8
semanas en cartel ?en Buenos Aires
45
artistas de diferentes disciplinas
170
cambios de vestuario
1122
bombitas tiene la marquesina
Signum
Teatro , El Nacional, Corrientes 960
Funciones , de miércoles a domingos, a las 21
lanacionar