Jacqueline, el amor prohibido de Sinatra

LONDRES, 19 (ANSA)- Jacqueline Kennedy compartió sólo una noche de pasión con Frank Sinatra porque le avisaron que La Voz había proporcionado durante años bellas mujeres (la mayoría aspirantes a actrices) a su esposo, el difunto presidente John Fitzgerald Kennedy.

La fugaz relación amorosa entre Sinatra y Jackie fue detallada en una nueva biografía ("Sinatra, the man behind the myth") escrita por Randall Taraborrelli, de inminente aparición en el Reino Unido.

En un estracto del libro, publicado hoy por el diario Daily Mail, Taraborrelli cuenta que Sinatra exteriorizó el secreto hace algunos años en rueda de amigos.

El cantante dijo entre copas a un compañero que entre sus varias conquistas más preciadas (una especie de "hit parade" personal), Ava Gardner ocupaba el primer lugar, seguida por Jacqueline Kennedy y Lana Turner.

Según confidencias recogidas por el biógrafo, la mujer del presidente Kennedy quedó "disgustada" con el melodioso Frank cuando lo conoció a fines de los años Ô50.

En esa primera ocasión lo halló bruto, sabía de sus relaciones no del todo claras con la mafia italo-norteamericana, y por ello intento tenerlo lejos de la Casa Blanca.

Sinatra, en cambio, se sintió atraído por Jacqueline pese a percibirla "fría", y quedó anonadado cuando, después del asesinato de JFK, ella se casó con el multimillonario griego Aristóteles Onassis.

La Voz consideraba a Onassis "un idiota", y sentía que el armador griego no tenía por su esposa el debido respeto que ella merecía.

Sinatra dijo haber conquistado en 1974 a Jacqueline, desde hace pocos meses viuda de Onassis y con un trabajo de consejera en la casa editorial Viking Press.

Todo comenzó cuando Jackie telefoneó al cantante y le preguntó si no estaba interesado en escribir su autobiografía.

A la llamada telefónica le siguió un encuentro en Nueva York, en octubre del ´74, cuando Jackie asistió a un concierto de Frank y -según Taraborrelli- pasó luego con él la noche en una suite del hotel Waldorf Towers.

Pocos después el cantante abandonó la Gran Manzana para comenzar una tourné por Filadelfia, Cleveland y Chicago, y resultaron vanos sus intentos de comunicarse con Jackie, que nunca atendió a sus insistentes llamadas telefónicas.

El desplante, según el biógrafo, se debió a que su cuñada Ethel Kennedy le dijo a Jackie que Sinatra por años le había procurado "bellas mujeres" al insaciable John.