Jazz porteño y del siglo XXI
Marco Sanguinetti Cuarteto / Músicos: Marco Sanguinetti (piano y armonio), Fermín Merlo (batería), Nicolás Ojeda (contrabajo) y DJ Migma (bandeja de vinilos) / Lugar: Bebop Jazz Club, Moreno 364 / Nuestra opinión: excelente.
Si algo define y diferencia a Marco Sanguinetti respecto del resto de la escena jazzera local, es su conciencia situacionista. Mientras gran parte de sus congéneres se preocupan por sonar como músicos que no son, en un presente que ya pasó, el cuarteto que se presentó el viernes en San Telmo propone una deriva musical por la psicogeografía porteña actual.
Desde la introducción improvisada de "Cuchillo", atonal, en ritmo libre y con el pianista recostado con medio cuerpo en la caja de resonancia haciendo sonar las cuerdas con sus propias manos, quedó claro que lo que estaba por escucharse no era jazz en el sentido más conservador del término sino música contemporánea en su sentido menos académico. La política estética del grupo es marcada, hay una melodía de corto aliento que se repite y su desarrollo está dado más por los vaivenes texturales que por variaciones motívicas; los solos, de hecho, son prácticamente inexistentes. Cada pieza -desde las composiciones propias hasta las versiones de Radiohead- puede verse como nube sonora en movimiento a la manera de Ligeti condensada con la economía de recursos que patentó Erik Satie y el latido del indie.
"Claramente" discurrió entre el jazz, el tango y el pop menos popular con su métrica irregular y las manos de Sanguinetti casi superpuestas en el registro medio del piano para lograr densidad. El rol de sus compañeros no es menos relevante a la hora de consumar cada una de las impresiones musicales, Fermín Merlo hace resonar su batería fragmentando el groove, escondiendo los patrones y manejando un volumen a veces ensordecedor y a veces sutil pero siempre sorprendente. Nicolás Ojeda es el refuerzo de graves que hace pisar suelo firme a sus compañeros y Migma es el elemento diferenciador. Sus paisajes sonoros, scratchs y sampleos funcionan a la perfección en el conjunto. No se trata de un trío clásico subvertido por sonidos electrónicos, el Marco Sanguinetti 4et es un cuarteto que decidió que una bandeja de vinilos vehiculizaba mejor su contemporaneidad que una trompeta o un saxo.
La segunda mitad del concierto manejó los mismos matices que la primera. "La ventana", con una impecable Vicky Zotalis de invitada y Sanguinetti tocando un pequeño armonio (viejo antepasado del bandoneón para que ahora la referencia piazzolleana sea también tímbrica), fue un acierto en el repertorio destacándose por oposición.
Para el final, "Black Star" (tema de Radiohead de 1995) en versión "deformada", según el propio Sanguinetti, y "Brain Damage" y "Eclipse" (Pink Floyd modelo Dark Side Of The Moon), con extractos del Himno Nacional, ya sobre los bises redondearon el final de una performance que va más allá de la perfección técnica. Buenos Aires, húmeda y susceptible, tuvo el viernes su representación propia y actual. Las melodías simples y el brillo de Sanguinetti son envueltos por el caos, el noise y el vértigo ascendente de cada composición que sólo se interrumpe (no termina) cuando los humores quedan establecidos. Conventillos que todavía respiran arrabal y post-punk, lindantes con los lugares más lujosos de la noche porteña, eso es San Telmo y eso es el Marco Sanguinetti 4et.