La fama no es cuento
VENECIA (EFE).- La actriz Melanie Griffith antepuso ayer, en Venecia, su vida privada, la relación con su marido, el actor español Antonio Banderas, y sus tres hijos, a la fama de la que goza.
"La relación con la fama no es difícil cuando se es famoso; quizá lo difícil es llegar a serlo. Hay que encontrar el camino justo y, después, saber hasta dónde se quiere llegar", declaró la actriz, presente aquí con dos films: "Celebrity", de Woody Allen, y "Another day in paradise", de Larry Clark, el mismo director de "Kids".
Griffith se presentó ante la prensa vestida con un traje negro con flores, tras la proyección del film de Allen, en el que protagoniza una divertida escena sobre el sexo oral que alude al "sexgate".
Pese a mostrarse satisfecha por su fama, la actriz precisó que su papel de esposa y madre es más importante que su imagen pública y tuvo palabras de elogio para su marido, que la ha acompañado a Venecia y para el que ha trabajado como protagonista en "Crazy in Alabama", la primera película dirigida por Banderas.
"Antonio es un director muy bueno, y no lo digo sólo porque estoy enamorada de él sino porque es un hombre muy inteligente, interesante y extraordinario", agregó. Griffith reveló también la "extraña experiencia" que supone para ella "estar al lado de Antonio, como su mujer, en los momentos en que él es el famoso".
La actriz tuvo palabras de admiración también para Woody Allen. "Es un mito para todos nosotros. En este punto de mi carrera ya no tengo grandes emociones ni siento ataduras con los directores, pero con él ha sido diferente", precisó.
La actriz reconoció que "Celebrity" es una película muy diferente a la de Clark, "que trata sobre la heroína y la violencia, con escenas duras, asesinatos y dramas".
lanacionar