La Plata tendrá un teatro para enorgullecerse
Proyecto: avanzan las obras para transformar al TeatroArgentino en un complejo lírico de gran categoría en 1999.
Tanto la ópera "Don Carlo", de Verdi, como el ballet "Giselle", de Adam/Coralli-Perrot, en versión de Gustavo Mollajoli, que se realizaron recientemente, pueden haber tenido en esas ocasiones sus últimas funciones en la noble sala platense Rocha, de 49 entre 7 y 8, donde los cuerpos estables del Teatro Argentino de la capital bonaerense han desarrollado una labor titánica desde 1900, año en que el fuego destruyó ese edificio, uno de los mayores tesoros de esa ciudad.
Allí han sabido esperar y asimismo sostener una profunda voluntad por mantener la unidad de cada agrupación artística, pese a las enormes dificultades derivadas de la falta de una sede adecuada para ensayos y funciones.
Pero el tiempo, largo y tedioso, dice que se agotaron los plazos, y que el Argentino tendrá la posibilidad cierta, a partir del 25 de Mayo o del 9 de Julio de 1999, de inaugurar su nueva sala lírica, emplazada en la misma histórica manzana.
De afuera nadie puede imaginar la maravillosa obra de arquitectura que encierra esa mole geométrica. Se trata de un diseño para los siglos futuros, destinado a ser un nuevo motivo de orgullo para el país, como lo fue durante noventa años el querido Teatro Colón.
No es sólo un teatro lírico, de ballet y para conciertos, sino que se trata de un complejo que integrará salas para teatro de prosa, microcine, salas de conferencias, de convenciones y exposiciones plásticas, espacios para la enseñanza de la música, bibliotecas y archivos computarizados y conectados con el mundo y lugares para transmisiones radiales y de televisión.
Arquitectura y diseño
La visita a la obra en su estado actual causa conmoción. Con mayor razón si se la realiza con un afán de comparación respecto de aspectos vinculados con el mundo de la ópera y cotejándola con otras salas de nivel internacional.
La emoción es grande al observar la armonía y elegancia de la sala, sobria en su línea y con la rara particularidad de ser imponente y al mismo tiempo íntima, porque las distancias están dentro de una escala racional y lógica para el observador y el oyente.
Llama la atención el acertado criterio con que se ha tratado el techo de la cúpula, totalmente terminado, en una coloración clara, con superficies lisas en suave movimiento ondulatorio, así como el tamaño excepcional del hueco donde se ubicará una imponente araña circular.
También es digno de señalar el declive de la platea, que tendrá doble pasillo de entrada, a la manera del viejo Metropolitan de Nueva York, y la comprobación de que casi la totalidad de las 2300 localidades previstas tendrán visión perfecta del espectáculo. Recorrer las galerías y los espacios donde se ubicarán las butacas permite percibir la calidez de coloración que tendrá la sala.
Allí predominará la madera como material decorativo en los grandes frentes de cada piso, con un tallado hecho a mano bien profundo por razones acústicas, con una línea elegante y de buen gusto.
Al observar los trabajos sobre el armazón que sostendrá la platea, también de madera, sobre piso de ladrillos tratados de un modo especial, y al acercarse al foso orquestal, que garantiza la ejecución de cualquier obra (desde las de Wagner hasta las más actuales), se refirma la idea de estar en vísperas del lanzamiento del primer gran teatro lírico del siglo XXI.
Un hombre que palpita la obra
Si bien es cierto que los arquitectos García y Hucar son figuras relevantes del equipo de proyectistas y que el responsable de la supervisión general es el ingeniero Pérez, una charla con el ingeniero Luis Vescovos, subdirector ejecutivo de Arquitectura, a cargo de la supervisión de obra del edificio, resulta apasionante porque se trata del hombre que todos los días recorre y controla el avance del impresionante complejo, siempre en la búsqueda de detalles de vital importancia.
En pocos instantes se palpa al profesional apasionado por su actividad y su obsesiva dedicación. Además, su vinculación con el control de calidad de los materiales y del avance de los trabajos de la construcción le permiten un permanente contacto con los operarios de las tres empresas responsables.
"Hay madera de Paraguay para muchos aspectos propios de un teatro -dice con voz pausada-. El revestimiento es de madera por razones acústicas, y con este tema del sonido hemos aprendido mucho en esta obra. Entre otras cosas, que todo debe ser artesanal, porque no hay nada que no se piense en función del sonido."
Sus palabras recuerdan al responsable de las soluciones acústicas, Rafael Sánchez Quintana, autoridad en la materia hace mucho tiempo, formado junto al prestigioso Federico Malvares.
Justamente a él se debe la instalación de un difusor acústico del escenario. El público lo observará como un elemento decorativo que enmarca la boca de escena y que en la parte alta de la embocadura se desarrolla de tal modo que permitirá que el sonido encuentre la posibilidad de proyectarse hacia la sala.
Se le pregunta a Vescovos por la araña central y explica: "En ese hueco gigante va una gran araña que se está fabricando en Austria. Tendrá entre 400 y 500 lámparas y un diseño en íntima conjunción con la armonía general. Sin embargo, me parece más importante hacer notar que se trata de una sala que aúna el criterio del palco con las bandejas en diferentes niveles."
"Otra cosa curiosa -continúa Vescovos con mayor pasión- es que el sector para autoridades o figuras prominentes, cuando vengan, deberán ubicarse en una bandeja mucho más democrática que un palco oficial. Ahí, todos serán iguales, sin ninguna discriminación."
Luego están los lugares adecuados para cabinas diversas que no molestarán al público en ningún sentido. "Los ascensores, tratados acústicamente en su interior, han sido instalados por una de las más importantes empresas de Japón, pero además habrá dobles escaleras. Será la primera institución cultural del país, porque además de teatro lírico, quien quiera estudiar ballet, coro o algún instrumento musical, va a tener la oportunidad de hacerlo aquí."
-¿Qué pasa si no se termina dentro del plazo estipulado en los pliegos de la licitación?
-La fecha de entrega de la sala lírica y de las salas de ensayos es mayo de 1999, y si no cumplen en tiempo y forma, habrá castigos. Parece faltar mucho, es verdad, pero son terminaciones finas, y espero que las tres empresas, con personal altamente capacitado, nos den una lección de precisión con el envión de estos meses de verano. Están trabajando día y noche con todo su potencial para no defraudar a nadie.
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