Leila, el gran sueño de la pequeña bajista

Leila Harfuch Lacase tenía 5 años cuando decidió que quería tocar el bajo "como Paul McCartney". Y a veces lo que parece un capricho de infante es el comienzo de algo grande, inmenso. Después de estudiar tres años el instrumento que se convirtió en su pasión, cumplió un sueño que podría ser el de todos: tocar con el ídolo que no distingue generaciones.

Con su mamá, Mariana, Leila fue a Córdoba en busca dePaul. Con un mono de peluche y dos carteles para captar su atención -"Sign My Monkey" ("Firmá mi monito") y "I Want To Play The Bass With You" ("Quiero tocar el bajo con vos"). "Sabíamos que a veces hace subir a gente del público", dice Leila. El primer intento no dio resultado y la decepción invadió a la niña de diez años.

Anteayer llegaron muy temprano a la apertura de puertas en La Plata. Se ubicaron en las primeras filas y vieron todo el recital con sus mensajes para Paul bien en alto. Cuando creían que ya no iba a ocurrir, se acercó la producción para invitarlas a subir. "Estaba tan nerviosa que no me di cuenta que dejaba mi cartera en el piso", cuenta Mariana. Primero las recibieron Ray y Anderson con un fuerte abrazo. Paul terminaba de cantar un primer bis y fue entonces que la presentó. Leila entró con su monito y el estadio le hizo sentir la ternura que provocó de inmediato. "Ella se lo tomó tan natural y a mí me temblaban las rodillas. No lo podía creer", relata Mariana. Decidida, la niña le dijo en perfecto inglés que quería tocar el bajo con él. Sir Paul no disimuló su sorpresa: "Esto puede ser interesante. No me lo vi venir", admitió. Con dos señas le dijo qué notas tocar, aunque ella sabía de memoria "Get Back". "Yo iba a tocar toda la canción como la sé, pero él me dijo dos notas y le hice caso", nos cuenta la niña. Tras la ovación y el regreso al campo, las palabras que Leila le dirigió a su mamá coronaron la historia: "Mamá, tenías razón, los sueños sí se hacen realidad".