Los múltiples desafíos de Virginia Tola

En Adriana Lecouvreur se mezclan -como en muchas otras obras líricas- ficción y realidad. Pero en esta puesta en particular de la ópera con música de Francesco Cilea y libreto de Arturo Colautti (basado en el drama de Eugène Scribe y Ernest Legouvé), a los límites entre el arte y la vida que se confunden de manera catastrófica en el escenario para la actriz de la Comédie-Française se les sumaron una serie de acontecimientos en la realidad que le añadieron incertidumbre a ese laberinto.

Virginia Tola, soprano argentina de proyección internacional, no tuvo miedo de aceptar el desafío de reemplazar a Angela Gheorghiou, quien apenas una semana antes del estreno de Adriana Lecouvreur anunció que no participaría de esta producción, con la cual el Teatro Colón inaugura la temporada lírica. Tola se apoderará del papel de Adriana durante las cuatro funciones de abono.

"En Adriana Lecouvreur está presente la razón por la cual decidí convertirme en cantante lírica, y tiene que ver con esa mezcla entre el canto y la actuación. Es un rol muy completo, ya que no sólo exige las dotes de soprano dramática, sino que también es necesario demostrar la capacidad de actuar para poder darle vida a quien también era una actriz. Esta propuesta del Colón (inicialmente para integrar el segundo elenco) me llegó hace un par de años y me pareció el momento adecuado, ya que había debutado en Tosca y tenía en cartel para debutar Andrea Chénier, ambas en la misma línea que esta ópera. Era también una oportunidad para trabajar junto con Angela Gheorghiou: me gustaba la idea de verla construir su personaje para que me sirviera de inspiración. Yo siempre busco maneras para inspirarme. Todo cantante lírico necesita hacerlo. Aunque hayamos ensayado mil veces, cada noche nosotros creamos un personaje, porque el hecho artístico es en vivo y uno necesita inspiración. Espero poder mostrar a Adriana en todas sus facetas: como actriz que ama su profesión y al arte, como mujer enamorada y también apasionada por la vida y por ayudar a sus amigos", afirma.

Sin caprichos

El término diva está asociado a las cantantes líricas por sobre todas las demás artistas, pero según explica Tola hoy en día las divas no existen más. "No hay tiempo para ello. El mundo está muy difícil y todos podemos ver la realidad que se está viviendo, así que no hay lugar para el capricho de la diva. Creo que hoy en día es mucho más importante dar algo con tu arte, poder llevar una emoción para transformar el momento del espectador, que estar en boca de todos por una razón que no sea artística -añade-. De Plácido Domingo, quien ha sido alguien fundamental en mi carrera, aprendí sobre todo la manera de comportarse. Desde el primer día me trató de igual a igual, siendo yo una niña que apenas comenzaba y él una superestrella. Ésas son las cosas que te van mostrando el camino y está en uno poder verlo y decidir cómo quiere actuar."

Reemplazar a Gheorghiou, a quien se esperaba con mucha expectativa, no debe de ser una tarea fácil. Explica Tola que una vez que se acepta ser parte del segundo elenco hay que estar igual de preparado que para el primero: "Yo hago la siguiente pregunta: ¿será entonces que tenemos un público de primera y otro de segunda? Yo no trato al público de esa manera. Mi calidad artística va a ser la misma así haga la primera función o la segunda. Voy a dar lo máximo que pueda, pero hay algo que tiene que estar muy claro: yo no soy Angela Gheorghiou, soy Virginia Tola. El personaje tendrá mi impronta y todo lo que mi ser de artista me permita".

Debutar en el rol de Adriana Lecouvreur en el Colón tiene un especial significado para la artista. "Yo soy hija de este teatro, mi formación fue en el Instituto Superior de Arte cuando estaba aquí. Me resulta muy hermoso cada vez que recibo una propuesta para presentarme porque siento que hay un público que me quiere mucho. No puedo evitar, a pesar de que soy muy profesional y doy lo mejor de mí en cada lugar en el cual canto, sentir una responsabilidad extra cuando me toca hacerlo aquí."

Otro que aceptó tomar una posta en esta producción lírica fue Mario Perusso, quien estará al frente de la Orquesta Estable luego de que Francesco Ciampa (director invitado para la ocasión) anunció su imposibilidad de viajar. "En el momento en el que se supo que Ciampa no vendría, Perusso -quien había estado preparando la orquesta- se puso al frente como el profesional que es y salvó la situación. Trabajar con él ha sido un placer, así como con Aníbal Lápiz -que presenta por primera vez una producción propia en el Colón-, quien nos fue guiando con una gran fidelidad por la partitura, cosa que me gusta mucho cuando es la primera vez que hago a Adriana. Es una puesta tradicional y lo agradezco, ya que si más adelante me toca hacerla con una visión más moderna o diferente, en mi cabeza ya tendré la base del personaje tal cual como lo hubiese querido Cilea", explica Tola.

Lleva dieciocho años cantando de manera profesional y logra mantener la pasión por lo que hace (esa que la llevó siendo jovencita a interrumpir a Juan Pablo II para cantarle el Ave María) a través de la evolución de sus roles. "Empecé cantando Mozart, luego me pasé al bel canto y ahora estoy llegando a esta parte, que me parece muy interesante", concluye.

Adriana Lecouvreur

Ópera de Francesco Cilea, con libreto de Arturo Colautti

Teatro Colón, Libertad 621.

Funciones, hoy, el sábado, el martes 21 y el sábado 25, a las 20; los domingos 19 y 26, a las 17.

Entradas, desde $ 140.