Su nuevo disco fue robado y subido a la web, pero ella se vengó
Madonna estaba en África a fines de noviembre del año pasado, visitando algunas de las escuelas construidas por su organización sin fines de lucro, Raising Malawi, cuando la primera filtración llegó a la web: 40 segundos de "Rebel Heart", un tema dance desafiante en el que Madonna había estado trabajando recientemente durante algún tiempo. Tres semanas después, la filtración ya era gigantesca. Madonna había vuelto a Nueva York el 17 de diciembre, cuando los fans empezaron a alertarla por Instagram, diciéndole que trece demos, que había grabado para su todavía incompleto álbum número trece, también llamado Rebel Heart, habían sido subidos ilegalmente y se propagaban como un incendio descontrolado. La filtración no tenía precedentes: el trabajo de un disco casi entero salía cuatro meses antes de su supuesto lanzamiento, planificado para abril. "Ella estaba devastada", cuenta el manager de la cantante, Guy Oseary.
La respuesta de Madonna fue veloz y dramática: decidió terminar seis temas y ponerlos a la venta en iTunes tan pronto como fuera posible. Las canciones se habían filtrado un martes; había que ponerlas a la venta el viernes para que los fans las compraran antes de 2015. "La fecha que nos propusimos para sacar esta música era como una carrera desde mitad de cancha", dice Madonna. Algunas personas de su entorno la urgieron a que no apurara los temas, pero ella insistió. "Desde el miércoles, fue como decir: ‘Hay que sacar esta música, no aguanto más’", añade Oseary. "¿Qué podíamos hacer? Había que pelearla."
Con casi todo el mundo en Apple a punto de tomarse sus vacaciones, el reto no era sólo mezclar y masterizar los temas hasta que le gustaran a Madonna, sino también subirlos a la tienda de iTunes, lo cual puede ser un proceso trabajoso. (Oseary, también manager de U2, trabajó mucho con Apple en el lanzamiento sorpresa de Songs of Innocence, de U2, en septiembre.)
Madonna y su equipo se encerraron durante 72 horas seguidas para que eso sucediera, recibiendo ayuda de Steve Berman de Interscope y de Robert Kondrk de iTunes. No fue sino hasta el viernes a las 11:30 de la noche que Madonna se enteró de que las canciones habían llegado a los fans antes de Año Nuevo. Pero la recompensa fue inmediata: las canciones, que Madonna llamó "un regalo de Navidad adelantado", alcanzaron la cima de los charts de iTunes en 42 países. "Los fans son extremadamente fieles", dice, "y estoy súper agradecida por ello". (El disco de 19 temas tiene una nueva fecha de lanzamiento: 9 de este mes.) "Cada vez que de algún país tweeteaban que ya había llegado, se me dibujaba una sonrisa, porque significaba que había funcionado", dice Oseary acerca del lanzamiento por iTunes.
Nadie en todo el entorno de Madonna va a revelar quién fue responsable de que se filtraran los temas, pero Oseary advierte que desde entonces se ajustó la seguridad. "Encontramos los agujeros", dice. "Claramente, ahora tenemos más experiencia en lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer en el futuro." (Sin embargo, el 23 de diciembre, algunos días después de esta conversación, se filtraron catorce demos adicionales.)
A principios del año pasado, Madonna empezó a trabajar en el sucesor del que fuera un Número Uno en 2012, MDNA. Desde el comienzo se enfocó en una cosa en particular: que las canciones se sostuvieran por sí mismas. A través de las sesiones, se preguntaba si podía tocar cada tema de manera elemental, ella sola, con una guitarra acústica. "Esto es parte de mi pensamiento Armagedón en este momento", dice. "El mundo está cambiando, ¿y de qué se trata todo esto al final del día? Se trata de las canciones."
El primer paso fue encontrar a los colaboradores apropiados. Durante años, ella trabajó con un único productor en cada disco, pero esto ya no era así desde Confessions on a Dance Floor, de 2005. Para Rebel Heart volvió a trabajar con un conjunto de estrellas, como Nicki Minaj, Chance the Rapper y Nas, y posteó fotos de las sesiones en Instagram. "Para componer música hay que ser vulnerable", dice. "Es casi como escribir tu diario íntimo frente a alguien y leerlo en voz alta. Algunas personas me hacían sentir cómoda, y sentí conexión con ellas, y otras me parecieron muy extrañas."
Minaj, que participa con un rap feroz en "Bitch I’m Madonna", fue otra vez una de las compañeras creativas con las que tuvo mayor armonía (también aparecía en MDNA). "Cada vez que trabajamos juntas, se sienta conmigo, escucha la canción y me pide: ‘Contame qué significa esta canción para vos’", dice Madonna. "Es muy metódica en su pensamiento. Es un ida y vuelta hasta que ella lo entiende perfecto."
Madonna dice que se sintió atraída por el productor Diplo, quien trabajó en varias de las canciones, gracias al carácter de trotamundos que ambos comparten y a que a los dos les encanta "absorber y ver la belleza de otras culturas". Algunos productores en ascenso hicieron contribuciones también, como Blood Diamonds y DJ Dahi, que trabajó en la ominosa "Devil Pray".
El invitado más importante fue uno de los últimos en llegar a la fiesta: el rapero Kanye West apareció casi sobre el final de las sesiones para proveer la sucia producción de "Illuminati", un tema que juega con una de las teorías conspirativas preferidas de todas las que circulan en Internet. "La gente muchas veces me acusa de ser miembro de los Illuminati, pero el tema es que yo sé quiénes son los verdaderos Illuminati, y sé de dónde viene la palabra", dice Madonna, misteriosamente. (Su definición: científicos, artistas y filósofos que florecieron en la época de la Ilustración.) Madonna dice también que a West le gustó tanto la canción que se puso a saltar al borde de la consola. "Teníamos miedo de que se golpeara la cabeza contra el techo."
Sus primeras sesiones con dos grupos de compositores del entorno de Avicii terminaron llevándola por dos caminos temáticos bien distintos: por un lado, canciones acerca de dejar que su corazón guíe su futuro; y por otro, temas sobre su espíritu tenazmente rebelde. "Nunca pienso conscientemente: ‘Quiero escribir sobre este tema’. La música me lleva adonde quiero ir de manera emocional", dice ella. "Un equipo tenía un abordaje de la composición más arriba, sónicamente hablando, y el otro elegía acordes más oscuros."
Mientras que MDNA fue ampliamente considerado como el disco de "separación" de Madonna (se había divorciado del director de cine británico Guy Ritchie, en 2008), en Rebel Heart se vuelve a tirar de cabeza al territorio de la intimidad personal y escribe sobre el triunfo después del desamor en "Living for Love", un house alegre y retro producido por Diplo.
"Un montón de gente le canta a estar enamorado y estar feliz, o escriben sobre tener el corazón roto y estar desconsolados", dice Madonna. "Pero nadie le escribe a tener el corazón roto y luego tener esperanzas y sentirse triunfante. Ese era mi desafío. No quería ser una víctima."
Por Caryn Ganz
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