Martín Fierro: la fiesta que nadie se perdió

Lo que importó, al menos, dentro del salón Pacífico del hotel Hilton, donde se realizó la 42ª entrega de los premios Martín Fierro, no fueron los galardones. No. Lo que sí importó fue la ausencia de Antonio Gasalla a la hora de recibir el Martín Fierro de Platino, la "reconciliación profesional" de Nancy Dupláa y de Adrián Suar, los vestidos, las conversaciones de los invitados, la política, la cercanía de dos ex amigas que hacían todo lo posible para no encontrarse, y esas cosas que poco tienen que ver con un premio que un grupo de periodistas de espectáculos entrega a la industria de la televisión y de la radio.

Había que caminar desde la alfombra roja 50 metros para llegar al lobby, donde los invitados esperaban para tomar los ascensores que los conducían hasta el salón, en el segundo subsuelo. En la espera, eran entrevistados por los noteros de El Trece, el canal que emitió la ceremonia. Las preguntas pocas veces tenían que ver con la premiación. Más bien iban por este lado: "¿Quién te vistió?, ¿quién te maquilló?, ¿y ese collar?", entre otras. Muchas famosas eran acompañadas por todo un equipo de "acicaladores": vestuaristas, maquilladores y peinadores.

Alrededor de las 20, hora elegida para que comenzara la emisión, cerca del escenario, había cuatro mesas, las más importantes. Una de ellas, la 2, era ocupada por Susana Giménez, quien estaba acompañada por su hija, Mercedes Sarrabayrouse. Hasta allí llegó Marcelo Tinelli para entablar una conversación bien informal, mientras los fotógrafos se desvivían por retratar a las que serían las figuras de la noche. "Dejate crecer el pelo", le susurró Giménez al conductor a modo de consejo.

Enfrente estaba Mirtha Legrand, que iba a entregar un premio homenaje a la animadora. Legrand ocupó la mesa 3, junto a Valeria Mazza, que no se sabe por qué estaba en una fiesta de la televisión. Una mujer saludó con mucha cautela a la conductora: "No te voy a besuquear para no arruinarte el maquillaje". Después, se le acercó Tomás Yankelevich, el director de programación de Telefé, para conversar, pero cada vez que lo intentaba alguien interrumpía. Sin dudas, la mesa 3 fue el punto estratégico que cada famoso –o con pretensiones de serlo– debía visitar.

En cada tanda comercial, los comensales se paraban y se amontonaban en el pasillo que dividía las 70 mesas que se dispusieron en el lugar. Era el momento ideal para trocar de lugares. Una de las que lo hicieron fue Elizabeth Vernaci, que terminó sentada en la misma silla con un hombre, al lado de Marley. Más tarde se le iba a sumar Florencia Peña, quien se acomodó en la falda del conductor.

Muy cerca estaba Ernestina País, que hace unos meses mantuvo una fuerte discusión verbal con Vernaci. Ahora, muchos especulaban con las consecuencias de un posible encuentro. Sin embargo, las dos pusieron todo su esfuerzo para evitarlo.

¿A los asistentes a la fiesta realmente les importó lo que sucedió en el escenario? No por lo que se vio. Todos hablaban y miraban sus teléfonos celulares para leer lo que otros tuiteaban, mientras alguien agradecía un premio. Ni siquiera en el momento en que se recordó a los artistas que habían fallecido hubo tiempo para el silencio y el cese de las conversaciones.

Sólo pararon los murmullos cuando Juan Alberto Badía recibió un Martín Fierro por su trayectoria.

Nos queremos tanto

Pablo Echarri llegó más tarde, alrededor de las 23, cuando terminó con la función de la obra El hijo de p*#@ del sombrero. Lo primero que hizo fue darle un apasionado beso a su esposa, la actriz Nancy Dupláa.

Ella acababa de dar la nota de la noche al reconciliarse con Adrián Suar, luego de que en 2009, en la entrega de los premios Clarín, se quejara de los constantes cambios de horario que sufría Socias, el ciclo que ella protagonizaba y él producía.

Encontrar a Guillermo Francella se convirtió, en un momento, en una odisea. Todos pensaban, aquí, que iba a ser uno de los nombres de la noche con su protagónico en El hombre de tu vida, que tenía once nominaciones. Alrededor de las dos de ayer, cuando el creador de esa ficción, Juan José Campanella, salía de la fiesta, se sabría que Francella lo había hecho mucho antes. "No, no me quedé con sabor a poco. Y si así fuera no te lo diría. Los premios son así", sostuvo el director a LA NACION sobre los cinco Martín Fierro con los que se quedó el programa. A esa altura, había comenzado la polémica sobre las razones por las que El puntero había ganado el Oro cuando sólo se llevó dos (actor protagónico y miniserie).

"¿Cuánto falta para que termine?" La pregunta se escuchó bastante durante las cinco horas que llevó la ceremonia.

Un poco más tarde, y ya en la puerta del hotel, Florencia Peña caminaba hacia los curiosos que estaban detrás de unas vallas. Ninguno de ellos hizo una sola alusión a los Martín Fierro. Estaban más preocupados por su próxima participación en "Bailando por un sueño". No demasiado alejado de lo que importaba adentro.

30,7

Las declaraciones de los ganadores

"Yo deseaba el premio a mejor actor, no me daba lo mismo. Yo lo quería para mí. El puntero fue un programa con una producción muy seria y un elenco extraordinario"
Julio Chávez

Actor, El puntero

"Mi evaluación personal del proyecto es inmejorable. Es un programa que se ha hecho con una nueva manera de producir, escribir y dirigir, y el público respondió"
Juan José Campanella

Director, El hombre de tu vida

"Estoy contentísimo. Agradecido a todo el elenco de El hombre de tu vida y a los músicos que fueron parte de MP3, que por tercera vez recibe el premio y que cambió mi vida artística"
Bahiano

Conductor (mp3) y Músico

"Lograr un premio como el Martín Fierro en nuestra primera ficción nos da un paño interesante para seguir adelante. El Arbol [su productora] dará muchos más frutos, seguro"
Pablo Echarri

Productor y Actor, El elegido

"Es una manera espectacular de culminar la etapa de El elegido, que fue un gran proyecto. Mi gran cábala fue rodearme de gente muy querida y con buena energía"
Paula Kohan

Actriz, El elegido

"Estoy contentísimo. Siempre me nominan, pero siempre pierdo. Alguna vez me lo tenía que ganar. Con Susana, en especial, lo comparto porque es mi amiga"
Marley
Conductor, Minuto para ganar