Vuelven los cuatro eternautas del rock de guitarras
"Mirá, sale una tapa de Doris." Maxi García, el bajista de Mataplantas, observa abstraído el libro A todo volumen, historias de tapas del rock argentino. Está en una coqueta librería de Palermo, y no se da cuenta de que una chica que podría ser alemana o noruega no puede pasar con su gran mochila hacia la sección de política latinoamericana. Maxi está como en otra parte; o sea, su cuerpo está acá, pero su mente se fue lejísimos hace como veinte minutos, y ni una rubia así, ni un libro de política latinoamericana interrumpen su viaje. Al igual que el resto de sus compañeros, en Mataplantas cada dos o tres años el escape hacia otro lugar se le hace necesario. Eso es algo buscado y deseado para esta banda de ánimo expedicionario y feel guitarrero. Primero fueron El sueño del Hombre Pulpo, el más introspectivo de los trips. Luego crearon a Hickie , una obra conceptual sobre una criatura deforme que tenía un tiempo limitado de vida. Y su The Twilight Zone de hoy se llama Escape del Planeta Viviente. Dice Maxi: "Ahora es más directo todo lo que estamos queriendo decir".
PROYECCION Mataplantas, que empezó a tocar con ese nombre en 2004 (antes eran Barbara Feldon), es una de las pocas (¡poquísimas!) bandas del under que, en tiempos de crisis, ha conseguido apoyo externo de una discográfica. Escape… fue editado por Gentil Irreverencia, subsello de EMI. Sobre esto, estos cuatro chicos dicen: "Para nosotros, lo más importante es que la obra vea la luz. Estamos contentos de que a alguien le interese editarnos, es algo que suele ser difícil de conseguir y nos parece interesante trabajar con más gente para que a su vez el proyecto también crezca".
NUEVO DISCO Maxi García retoma el discurso sobre los tonos y las tonalidades que delinearon la sonoridad del sucesor de Hickie: "En un punto, el planteo fue dentro del contexto opresivo, pero ya no queríamos comunicar ésa, porque ya la conocemos, sino alentar otra cosa, por ejemplo al retorno a la naturaleza, al instinto, al humor. Pensamos en la gente en su faceta más primitiva, quizá no tanto en su forma social". Eso, aunque Pablo de Caro, voz principal de Mataplantas, sabe que el núcleo de la obra no es otro que el amor. Por más criaturas y viajes hacia campos de mandarinas, para De Caro el amor persistirá aunque la superficie que se pise sea otra. "Por eso transmite un mensaje esperanzador: desarmase y volver a la raíz del asunto, volver a la comunicación más verdadera. Total... lo bueno siempre vuelve."
Mirá el video de "Don Don Don" por Mataplantas