Micaela Tinelli: "Hasta que Lorenzo nació, pensaba, ¿qué onda? Papá es grande"
La hija del número uno de la televisión habló de todo en una entrevista con la revista Ohlalá!
Micaela Tinellitiene 25 años y es una de las mujeres más buscadas por la prensa por varias razones: primero, por ser la hija mayor del número uno de la televisión argentina, Marcelo Tinelli. Pero además, es la niña prodigio de su papá, la que parece haber heredado sus aptitudes para los negocios y ya forjó su propia empresa, Ginebra, su marca de ropa, con mucho éxito. "Hija de...", empresaria... ¿qué más? Se hizo acreedora del título de it-girl no sólo porque los diseños que idea para su marca son innovadores y trendy sino porque ella misma lleva un estilo muy personal y poco a poco fue abandonando el bajo perfil que la caracterizaba para convertirse en un personaje infaltable en los eventos más chic de Buenos Aires y alrededores.
Sin embargo, nunca antes había dado una entrevista a solas. Fue tapa de la revista ¡Hola! Argentina pero junto a su inseparable hermana, Candelaria Tinelli, con quien admite tener un vínculo tan unido que los psicólogos lo comparan con un matrimonio.
Para la edición de julio de Ohlalá! , la joven empresaria se animó a convertirse en la protagonista de la tapa y a dar su primera entrevista a solas donde abrió su corazón, según admitió, porque se identifica con la revista: "Esta nota es lo más fuerte que hago sola. Eso tiene que ver con que me gusta la revista. Acá yo me identifico", aseguró.
En la charla, Mica habló de todo sin tapujos: contó que ella y Candelaria eligieron vivir con su papá en vez de con su mamá, Soledad Aquino, que vive en San Isidro, hace cinco años (cuando Tinelli se separó de Paula Robles) sólo por una cuestión de comodidad: "Empecé a hacer toda mi vida en el centro: facultad, trabajo, amigas, y se dio naturalmente. Con mamá tengo una relación increíble. Pero mi vida está acá".
Sobre su papá, no escatimó en elogios, se ocupó de desmitificar al coloso mediático y dejar bien en claro que es "un tipo muy sencillo", y que "es un gran maestro". "El hace el programa y a la media hora está comiendo milanesas en el comedor de mi casa. La imagen que da en el programa y en las revistas es una cosa, pero puertas adentro es una persona muy común. De quedarse en casa. Y todo eso nosotras lo mamamos. De él y de mamá. Ella siempre nos crió con el tema del perfil bajo, nunca nos quiso exponer", dijo y agregó: "Papá es re relajado, vivimos en dos alas distintas de la casa y nos deja hacer. Con Cande somos de juntarnos con amigos y él no tiene historia. Vivimos con él pero cada uno en su espacio, es ideal. Es cero invasivo".
Sin embargo, reconoció que no fue fácil ser la hija de Tinelli: "Siempre hice terapia, desde chica. Obviamente te pesa mucho más cuando sos más chica, después lo vas procesando, madurando y ya. El es lo que es para la gente pero vos lo ves como tu papá y puertas adentro es un tipo humilde, re buen padre, que le gusta disfrutar de las cosas simples".
Consultada sobre las constantes críticas que recibe su padre, ante las cuales suele salir al cruce en Twitter , Mica dijo: "Soy impulsiva, calentona, leche hervida, pero en general trato de hacer oídos sordos, de no escuchar. Es tanta la exposición que van a hablar bien y van a hablar mal, y eso lo aprendí de él. Vos tenés que seguir, mirar para adelante, más allá de lo que te digan. Separar, tomar lo positivo. Lo negativo también sirve, es constructivo, pero yo trato de tomar lo mejor".
Quizás el tema sobre el que todo el mundo quería preguntarle es qué le provocó enterarse de que iba a tener un hermanito 25 años menor, cuando Marcelo y Guillermina Valdes, actual pareja del conductor, anunciaron que iban a ser padres de Lorenzo (que hoy ya tiene tres meses). Y Micaela no tuvo prurito en responder con honestidad: "Hasta que nació, era ¿qué onda?, ¿cómo va a ser?, yo le llevo 25 años, papá es grande. Y ahora estamos todos embobados. Nos unió a todos. Nunca lo había vivido así con ninguno de mis hermanos, y lo estoy disfrutando mucho más, podría pasar horas mirándolo dormir, es un momento de desconexión. Un bebé te da mucha paz. Me sorprendió, pero no para mal. Un bebé siempre es una buena noticia. Todos lo tomamos con alegría".