Misteriosas
Hay vecinas nuevas en las inmediaciones de Arenales y Libertad. "Son 70 monjas muy alegres, frescas y, sobre todo, imaginativas", dicen los pocos, poquísimos, que las conocen. Porque se trata de hermanas de clausura, las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica, de Punta Chica, que abrieron el primer local en Capital con sus exquisiteces reposteras. Así, en el pasaje de Libertad 1240, esperan con su consabido pan dulce, ciruelas rellenas de dulce de leche bañadas en chocolate, tortas inglesas, danesas, más lápices, flores y zapatos de chocolate belga. Además, cuadros repujados en alpaca, medallas, cadenas, rosarios y pesebres originales. También están listas para imprimir invitaciones y tarjetas de todo tipo. Por supuesto, no atienden ellas, sino sus familiares.