Alejo Pérez debutó en la cuna de la ópera
El argentino dirigió en Italia La nariz, de Dimitri Shostakovich
ROMA.– Mejor debut en Italia, la tierra de la ópera, no podía tener. Después de dirigir el domingo la orquesta y el coro del Teatro de la Ópera de Roma –que interpretaron magníficamente La nariz, de Dimitri Shostakovich–, el joven director argentino Alejo Pérez fue ovacionado.
"Sembra un bambino" ("Parece un niño"), comentó un espectador veterano, que aplaudía a más no poder.
Con su batuta, Pérez dirigió por más de dos horas y media uno de los trabajos más sorprendentes del teatro musical del siglo XX, enaltecido por una puesta en escena notable, producida en 2010 por la Opera de Zurich de la mano del famoso régisseur alemán Peter Stein.
Del homónimo cuento de Nikolai Gogol, la ópera le pone música a la historia surrealista y delirante de una nariz que se despega del rostro de su legítimo dueño y, con vida propia, se va de paseo por la ciudad de San Petersburgo.
Se trata de una sátira sobre la burocracia que, en 1927, llamó la atención del muy joven Shostakovich, que buscaba un tema para su primera incursión en el teatro musical, en pleno clima de vanguardia de los años veinte, que animó el ambiente cultural de la recién nacida URSS.
"Es una historia kafkiana y la música acompaña los aspectos grotescos y absurdos con un montón de efectos de sonido muy ricos. Shostakovich escribió esta ópera a los 22 años, muy joven y con la creatividad en estado bruto", subrayó Pérez, que recibió a LA NACION en su camarín durante la media hora que duró el intervalo. En ese lapso, muchos integrantes de la orquesta se acercaron al camarín para felicitarlo por su dirección y para sacarse fotos junto a él en esa noche seguramente inolvidable.
"Estuvimos tres semanas ensayando doce horas por día, que es lo normal, pero digamos que fue un período intenso: tuve ensayos con el coro, con los solistas, con la orquesta y con la orquesta por secciones", contó Pérez, con botellita de agua en mano y sin el saco de su elegante frac. Confirmando que La nariz es seguramente una ópera "difícil" –cantada en ruso y muy distinta de las tradicionales óperas italianas–, el director destacó que la partitura de la obra es en cirílico. "Pero desde que dirijo, hace quince años, hice mucho repertorio ruso", subrayó el director argentino, que estudió ruso cuando vivió en Alemania. Desde allí, regresó hace cuatro años a Buenos Aires, donde fue director musical del Teatro de La Plata hasta diciembre último, cuando renunció.
¿Qué pasó? "Nos desfinanciaron absolutamente desde el gobierno provincial, entendiblemente porque se sabía cuál era la situación de la provincia de Buenos Aires. Pero no fue claro. Nos propusieron planes de pago, pero nada se cumplió. Reprogramamos varias veces la temporada y llegó un momento en que me pareció una situación que rozaba la perversión: convocar a artistas que no cobraban desde hacía diez meses... Cualquier intento de reprogramación era una situación de injusticia de la cual no quería ser parte", explicó. "Lo más grave es que terminaron destruyendo un proyecto artístico de mucho valor para todo el país y para toda Sudamérica. Era un proyecto muy ambicioso y muy voluntarioso de nuestra identidad", agregó, al detallar que se había iniciado la tetralogía wagneriana, que iba a ser la primera iberoamericana. "No se nos apoyó, con el muy bajo presupuesto que el teatro tenía, que se había aprobado, pero ni eso nos llegó. Lo que más duele es la destrucción de un proyecto que merecía plasmarse; eso te deja un sabor amargo", dijo.
Ahora Pérez pasó a trabajar mucho en el exterior: a principios de mes estuvo en Viena y después de realizar esta semana otras cuatro funciones en Roma –su debut en Italia, donde nunca antes había dirigido– lo esperan París, Bordeaux y un Don Giovanni en el Teatro Real de Madrid, donde es director invitado.
Aunque no conoce personalmente a Riccardo Muti, que es director honorario vitalicio del Teatro de la Ópera de Roma, el director argentino confesó, finalmente, que le causaba "piel de gallina" saber que la producción anterior del teatro romano, que inauguró la temporada lírica, estuvo a cargo del legendario maestro.
Elogiosas críticas
ROMA (De nuestra corresponsal).– En una nota sobre el estreno de La nariz, ópera grotesca de Shostakovich, en el Teatro de la Ópera de Roma, el prestigioso crítico del Corriere della Sera Paolo Isotta elogió ayer con énfasis a su director, el argentino Alejo Pérez. De él escribió lo siguiente: "En el podio romano, el joven bonaerense Alejo Pérez, de tal destreza que hasta daba fastidio, no falla una, y la Orquesta, que le tributa una ovación, lo llama «computadorá». Sigue uno por uno a todos los sesenta personajes y dona directivas contemporáneamente a ellos y a la orquesta, al margen de poseer un estilo tímbrico preciosísimo y un equilibrio, casi imposible de obtener, entre fosa y escenario, totalmente raro".
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