Buenas voces para el folklore
Melania Pérez y Guillermina Beccar Varela no ostentan mucha fama en sus respectivos currículum. Pero como corresponde a estos casos de inusual talento, sí gozan de prestigio. Sobre todo entre sus pares de la música popular.
Melania y Guillerma -unas de las voces más espléndidas del folklore- se presentarán por primera vez juntas esta noche, a las 21.30, en el teatro Colegio Santa Isabel, en la calle Diego Palma 295, de San Isidro. Lo harán a beneficio de las parroquias de la zona.
"El programa, explica Melania, tendrá dos partes: en la primera cantará Guillermina y en calidad de invitado vendrá Coqui Sosa. Yo haré la segunda parte y entonces invitaré al final a Guillermina."
"Allí, agrega Guillermina, cantaremos a dúo tres canciones: "Bajo el sauce solo", de Valladares-Castilla (grabada por Melania en su disco "Luz del aire"); "Baguala del alfarcito" (inspirada en un caserío de San Antonio de los Cobres), de Ana Ramos y David Pérez, y la chacarera de Paz y Carabajal "Para los ojos más bellos" que grabé en mi segundo disco "Los yuyos de mi tierra".
- ¿Se forma un dúo nuevo?
-Nada que ver -se apresuran aclarando a coro-. No es nuestra intención. Nos juntamos solamente porque sentimos una mutua admiración. Yo, cuenta Guillermina, ya la había invitado a Melania en un espectáculo mío en la Quinta Pueyrredón, de San Isidro. La primera vez que la escuché fue por televisión. Me hizo llorar de emoción. Antes la había experimentado solamente frente a Mercedes Sosa. Melania tiene demasiada trayectoria como para yo acoplármele. No formaremos dúo; al menos por ahora...
-Guillermina, por tu tesitura, harás la segunda voz, ¿no?
-Sí. Una segunda bastante complicada que me dio mucho trabajo. Las notas son ideas de Melania.
-¿Qué hiciste, Melania?
-Me gustan los intervalos no comunes de las notas. En el dúo Herencia, que tuve con mi compañero Icho Vaca yo armonizaba. Me encanta lo contrapuntístico, las armonías atrevidas.
-Y a mí, confiesa Guillermina, me estimulan los desafíos; lo que no te deja dormir por una semana...
-Este encuentro no será el único -prometen-. La idea que predomina es cantar y volver a estar otras veces juntas en otros escenarios; compartir cosas serias, como proyectos. Porque es una tarea enriquecedora en la que nadie sacará partido. El propósito, enfatiza Melania, es sumar y crecer. Siempre que escuché una buena voz pensé en hacer esto.
A Melania Pérez se la conoce más por haber integrado durante cinco años, a partir de 1966, el inolvidable grupo Las Voces Blancas, y luego por haber formado el Dúo Herencia, desde el 80 al 96. No hace mucho la reflotó el sello Epsa en el CD "Luz del aire", que recibió cientos de elogios. Es el primero, y hasta ahora, único disco solista, mientras prepara repertorio para un segundo registro.
Por su parte, Guillermina Beccar Varela lleva editados tres: el primero "De quién es esta voz", el segundo (que data de 1995) "Los yuyos de mi tierra", y el tercero (de 1997) "Lapachos en primavera", la canción de Marcelo Perea incorporada a su repertorio por Mercedes Sosa, aplaudido por la crítica. También ella está "rumiando nuevos temas " para su próximo disco.
Las dos comparten la idea de que cada canción debe salir al aire bien ensayada y madurada. Y cada vez apuntan a un repertorio más exigente, al margen de las leyes del mercado. Quizá por esto mismo sus nombres no figuren entre las actuales estrellas del folklore -ni viejas ni jóvenes- como merecen sus excelentes voces y sus inspiradas interpretaciones.
Por eso mismo ellas no hablan de grandes proyectos, de cantidades de discos vendidos, de actuaciones multitudinarias. Cuando les preguntamos por el estado del folklore, Melania se muestra diplomática y se refiere a un "lindo momento". Y Guillermina piensa que debe haber lugar para todos. Ambas opiniones forman parte de su humildad como artistas y de su generosidad como seres humanos.