Luis Eduardo Aute. Cambio de edad y un artista multimedia
El cantautor comenzó una gira de recitales en la Argentina; hoy y mañana se presentará en Buenos Aires
Frecuente visitante de nuestro país, el cantautor Luis Eduardo Aute regresó a la Argentina para una serie de recitales en La Plata, Rosario, Neuquén y Buenos Aires (hoy y mañana, a las 23, en el Teatro ND/Ateneo, Paraguay 918). Emprendió esta gira antes de encerrarse en un estudio de Madrid para grabar un nuevo disco y luego de presentar Memorable cuerpo , otra retrospectiva (también está lanzando un nuevo volumen de Auterretratos ) para que el público eche otro vistazo al trabajo de este artista multimedia.
Porque Aute es en sí un artista multimedia, aunque luego él se desdoble en cineasta, escritor, pintor y músico (el último es el más famoso desde que comenzaron a sonar temas como el "Aleluya N°1", a mediados de los sesenta).
Memorable cuerpo es un homenaje a un libro de poemas eróticos de Paul Eluard. "Es uno de mis poetas preferidos", decía Aute durante una charla telefónica con LA NACION, antes de subirse al avión. Lo que hay ahí son siete discos que agrupan 115 canciones, un DVD de conciertos y conversaciones, y un libro donde se reproducen pinturas de Aute de todas las épocas, de manera cronológica. "Eso es para mí un cuerpo de memorias. Lo que no sé es si se va a distribuir en la Argentina. Se hizo una edición limitada de 7000 ejemplares ya agotados aquí [en España]", confiesa.
Hay gente que tiene talento para alguna actividad artística. La mayoría de los mortales para ninguna, o si la tiene, no le alcanza para desarrollarla a un nivel profesional. Aute se dedicó al cine, a la literatura y especialmente a la pintura y a la música, que es con las que tuvo mayor éxito. Pero dice que nunca se sintió privilegiado. "No tengo consciencia de ese don. Tal vez porque lo he hecho toda mi vida. Desde que tengo uso de razón tenía claro que quería pintar. Lo hice desde muy pequeño", dice este artista nacido en Filipinas, crecido en España, y madurado en diferentes lugares (en París, por ejemplo).
Y quizá trabajó con un rigor obsesivo que lo llevó a estar encerrado dibujando cada cuadro animado de su film Un perro llamado Dolor durante períodos de varios meses. "No son actividades que me resulten diversas. Son parte de un mismo lenguaje con herramientas distintas. Y en cuanto a la rigurosidad, cuando las cosas se hacen con placer, no cuenta nada. Estuve 5 años trabajando en la película. Fueron cerca de 4000 dibujos. Pero para mí no fue un esfuerzo".
Repartir el tiempo entre estas diferentes labores ha sido una tarea que, en tantos años de carrera artística, Aute supo equilibrar. Y lo más curioso es que pueda tomarse sus tiempos para una película, una muestra de pintura o un disco y mantener una relación fluida con una compañía discográfica multinacional. "Supongo que sí, tengo entera libertad para disponer de mi tiempo. Incluso, Memorable cuerpo no es una idea mía sino de la compañía y, evidentemente, al tratarse de una edición limitada, no tiene la vocación de vender muchos ejemplares. Pero tengo esa suerte. Me llevo bien con la compañía y me permiten hacer lo que quiero".
Hace un par de años, para su última visita por acá decía que tenía dudas sobre lo que llamamos civilización. "Nos estamos acercando mucho al medioevo y la barbarie. "Ahí andamos ¿no? Ya con la peste encima estamos en la Edad Media".
Pero también es capaz de poner un poco de luz cuando dice cosas como: "El mundo está en crisis, ansía canjear especulación por solidaridad". Tal vez sea algo que se vislumbra o apenas un deseo. "Estamos cambiado de edad -explica-. Creo que la contemporánea, que se inició con la Revolución Francesa, está muriendo en estos tiempos. Ese modelo se agotó. Estamos en otra época. La crisis no es sólo financiera y económica. Es en todos los campos: política, cultural, mediática, educativa, en las relaciones de pareja. Hay una convulsión en todos los campos. Se acaba la Contemporánea, entramos en la digital. Internet lo está cambiando todo. Desde las altas finanzas al sexo, pasando por ética y estética. Y es un fenómeno que no forma parte de ningún ideario de partido político, aunque se sirvan de Internet. No me refiero a la herramienta. Me llama la atención que no se estudie, no para controlarlo, porque no se puede, sino para analizar las consecuencias inherentes al fenómeno. Creo que para seguir adelante habrá que cambiar de clave. Habrá que renunciar a los mitos de la economía de mercado y abrazar la economía de la supervivencia, que no es otra cosa que una sociedad solidaria en contra de una competitiva y especulativa."
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