Canciones en Villa Ocampo
Recital para voz y piano sobre textos de Silvia Dabul. Música de Gerardo Gandini ( Tres poemas ), de Javier Jiménez Noble ( Mesurado Fulgor ), de Marcelo Delgado ( y allá cant a), de Fabián Panisello ( Canciones de Silvia ), de Víctor Torres ( Lejos ) de Juan María Solare ( Vacío blanco ) y de Julio Viera ( Parajes ). Intérpretes: Sylvia Roberts, Víctor Torres y Susana Moncayo. Pianista: Silvia Dabul. Asociación Amigos Villa Ocampo.
Nuestra opinión: muy bueno
Numerosos asistentes. Se palpa una atmósfera de cordialidad y distensión. Pequeños grupos dialogan animadamente. La casa luce como si en ella habitara su dueña. La poesía y la música se amalgaman en un perfecto equilibrio cuando comienza una experiencia artística tan extraña y novedosa que provoca infinito agrado en Victoria que está presente con su espíritu.
Es que la poetisa y pianista mendocina Silvia Dabul, de sólida formación, aporta su texto para todas las canciones incluidas en el programa. Los cantantes, a su turno, abordan un repertorio temerario. Se ve a Victoria entusiasmada. ¡Que bien! ¡Escuchen como será el futuro de la canción de cámara! ¿No les agrada porque no hay melodías fáciles? ¡Vean. En pocos años hasta podrán cantarlas con placer!
Tres poemas de Gerardo Gandini y el primero, "Abedules", parece impresionista. Dice "con gotas de grises abedules " y el piano deja escuchar notas que parecen agua que cae en forma de perlas y la voz de Sylvia Roberts avanza por las otras dos canciones y lo hace con aplomo y fidelidad. La música es delicada y de indudable sabia estructura. Víctor Torres encara luego Mesurado fulgor de Javier Jiménez Noble, que se conforma por cinco canciones, en una de ellas, "Arroz", se escucha un ritmo que no puede negar sabor a danza campera. Pero es una pincelada. En cambio, el cantante logra dictar una clase magistral de cómo cantar a media voz diluyendo el sonido. Y en este punto "Conjeturas" es una canción que al hablar de "Tal vez sea tu voz el color de un melisma urdido en bocca chiusa " el sonido es un bálsamo.
Susana Moncayo aborda tres canciones de Marcelo Delgado de quien se han escuchado magníficas contribuciones. La voz de Susana Moncayo es voluminosa y en la canción "Delitos" se impone con autoridad y acaso desbordante potencia. La serie de canciones de Fabián Panisello bien interpretadas por Sylvia Roberts, en su segunda intervención, nos provocan desconcierto, porque se trata de un creador galardonado con el Premio Iberoamericano Rodolfo Halffer de Composición. Pero nos resulta insulsa.
De pronto se produce un momento subyugante con Víctor Torres como compositor e intérprete y es la palabra "lejos" la que se reitera y el canto se hace transparente, la voz ondula por pasajes sutiles "lejos, donde una mano traza curvas sin destino..." y la voz llega a la zona grave con su pastosidad hermosa. Es que está ya en la cumbre. Cuando el mismo Torres suma otro autor, Juan María Solare con Vacío blanco , la canción comienza con el piano ejecutado con una mano en las bordonas y Dabul sigue siendo impecable. Las cuerdas graves crean un misterio. Y todo es delicadeza. Atmósfera cristalina y una campanita que el barítono hace tañir tres veces. El clima musical logrado, encanta.
Parajes , con música de Julio Viera son las canciones para el final dichas con autoridad y expresión firme por Susana Moncayo y ahí la imagen soñada de Victoria Ocampo parece querer decir: ¡No escuchan como será el futuro! ¡Un deleite! ¡El asunto es repetirlas hasta conocer y valorar su lenguaje para gozarlo! Entretanto, el aplauso parece reproducir una puja entre el entusiasmo y la desesperanza.
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