Cuatro cordobesas en Liverpool

LONDRES.- No todas las chicas de Lucila Cueva cantan, pero sus respuestas, casi siempre, salen al unísono con la misma armonía que demuestran sobre el escenario. "Queríamos triunfar en Buenos Aires y aparecimos tocando en Liverpool. El viaje nos resultó un poco más largo de lo que esperábamos, pero si ése es el precio de una buena carrera musical, estamos más que contentas de pagarlo", afirma Laura Volando, la blonda baterista del grupo cordobés de rock funk que terminó arrancando ovaciones y autógrafos del público de la ciudad que vio nacer a los Beatles.

La historia de esta aventura, insospechada hasta hace apenas unos meses para este cuarteto de enérgicas veinteañeras, comenzó con la inscripción de la banda en el certamen anual organizado por la sede argentina de The Cavern, que premia a la formación ganadora con un viaje a la tierra de los míticos fab four. "No nos anotamos con la idea de ganarlo, sino más bien para probar suerte en la Capital", recuerda Mariana Pellegrino, una de las dos cantantes y guitarristas, mientras camina por la mítica y londinense Abbey Road, donde disfruta al recordarle a LA NACION el resultado de aquella apuesta algo desesperanzada. "Pero al final ganamos y pudimos darnos el lujo de tocar en el mismo lugar donde John Lennon y Paul McCartney lo hicieron por primera vez como los Beatles. Todavía no podemos creer ni entender del todo lo que significa esto, pero sin duda va a marcar un antes y un después en nuestra carrera", afirma.

En Londres, parte de ese "antes" se nota todavía en el esfuerzo sobrehumano que hacen para desplazarse de un punto a otro de la ciudad, mientras cargan incalculables kilos de equipaje, instrumentos y equipos a cuestas, todo con la sola -aunque invalorable- ayuda del marido y el novio de dos de las chicas. "Nosotras somos en esta gira las artistas, productoras y plomos? aunque por suerte algunos fans conseguimos, así que nos salvamos de hacer también ese trabajo", bromea Brenda Martin, la dueña del bajo en esta banda, así como de una voz muy afinada que suele prestar en los coros.

Algunos de esos nuevos "fans" los consiguieron en la embajada argentina en Londres, donde ofrecieron su segundo concierto en tierras británicas, después de su fuerte experiencia en Liverpool. Allí cantaron varias canciones de su repertorio de letras urbanas y bastante picarescas, que merecieron numerosos pedidos de bises por parte de la concurrencia. Entre ellos, se encontraba la actriz argentina Malena Solda, recién egresada de un curso de posgrado en arte dramático, quien fue una de las que más aplaudió. "Estas chicas son muy buenas. Tienen una gran calidad y también un futuro promisorio", auguró la artista.

Lucila Cueva surgió en 2002, con la idea de formar "un grupo de chicas que intenten una propuesta diferente". Y, tras sufrir en su metamorfosis diversas alineaciones, desde hace un año se las conoce en Córdoba con la explosiva formación actual. "Ahora estamos en la etapa de armar nuestro primer álbum y buscar un sello que se ajuste a lo que nosotros queremos. Ya tuvimos varias propuestas interesantes, pero todavía no encontramos una que nos haya logrado convencer del todo", comenta Vicky Fontana, la guitarrista y cantante que es, a la vez, la más reciente incorporación del grupo.

No obstante, la presentación en Liverpool dejó huellas profundas en la banda, además de la sensación de que a partir de ahora todo será diferente. "Nos dimos cuenta de que hay cosas para cambiar, como, por ejemplo, aprender inglés. Fue loco que todos nos escucharan tan atentamente en The Cavern y después nos aplaudieran tanto sin que hubieran entendido ni una palabra. Nos quedamos con las ganas de hablarles, de decirles algo? pero bueno, otra vez será?", dice Martin.

Esta primera gira internacional casi no les dio respiro en Gran Bretaña: después de sus tres presentaciones, aprovecharán el largo viaje para tocar también en Francia y España.

Sin embargo, antes de irse, Laura, Vicky, Brenda y Mariana no se limitaron a cruzar la senda peatonal de Abbey Road como simples turistas: al pasar por los célebres estudios, dejaron allí un demo con cuatro de sus canciones más celebradas por el público cordobés. "Y uno nunca sabe?", murmura Pellegrino, la cantante que ahora sí cree.