De Materie, una obra sobre el espíritu y la materia
El alemán Heiner Goebbels habla de la puesta que subirá a escena mañana
Este fin de semana arranca la Temporada 2017 del Colón Contemporáneo con la presentación del concierto escénico De Materie, del holandés Louis Andriessen, dirigido por el alemán Heiner Goebbels, que el año pasado produjo una excelente impresión en el mismo teatro con la monumental instalación performática Stifters Dinge.
Goebbels realizó la puesta en colaboración Minou Maguna, Andrés Denegri y Edgardo Mercado. La dirección musical es de Pablo Druker, y participan del espectáculo el tenor inglés Robin Tritschler, la soprano argentina Oriana Favaro, la actriz Analía Couceyro, el Nonsense Ensamble Vocal de Solistas, el cuarteto español Sigma Project y una atípica orquesta armada para la ocasión. Según el artista alemán, De Materie "representa un giro copernicano en el terreno de la ópera, porque no son los personajes los que están en centro de la escena, sino la relación entre espíritu y materia".
Programado para mañana, a las 20, y pasado mañana, a las 17, el concierto se desarrolla siguiendo la linealidad dramática habitual de una ópera y está compuesto por cuatro movimientos independientes, a la manera de una sinfonía. La diferencia sustancial entre esta versión, también presentada en Alemania y Estados Unidos, y la que no hace mucho el propio Goebbels montó en el Argentino de La Plata es el protagonismo de la orquesta y, resalta el artista, "la idea de modelar la temperatura de los cuatro actos sólo con la luz y unas pocas pistas visuales".
Además de ser un imaginativo compositor, Goobbels estudió sociología en Francfort y siempre se ha interesado en establacer lazos entre el arte y la política, aunque también advierta con claridad sobre los riesgos que entraña ese vínculo: "El arte político tiene una tendencia a subestimar a la audiencia. Pretende indicarle a la gente lo que debe pensar. No creo que sea un camino recomendable. Es una estrategia convencional, y muy extendida, que reduce y degrada las posibilidades de una obra y de un artista. La luz, el sonido, el color, las texturas y el movimiento pueden causar un impacto más directo y efectivo en nuestra sensibilidad y pueden ayudarnos a evocar con más veracidad nuestras experiencias. Suelo insistir bastante con la conveniencia de crear espacios para la imaginación. El escenario es una realidad en sí misma, y es el público el que debe llevar a cabo la conexión con la política. Ya llevamos suficiente realidad en nuestro equipaje cuando entramos a un teatro para ver una ópera... Los artistas debemos incentivar la imaginación del público para que juntos pensemos en la construcción de un mundo mejor".