Jorge Serrano: nacional y popular. El amo y señor del hit rockero
El compositor y cantante de Los Auténticos Decadentes editó su primer álbum como solista
Desolada. La Trastienda es un lugar común y corriente un martes a la tarde. Sillas patas para arriba, silencio y una luz tenue en el primer piso, que cae sobre la cabeza de Jorge Serrano. Debe de ser un panorama ideal para un tipo que muestra y confiesa su timidez. Sentado en un sillón mullido, lee algo mientras espera que llegue el cronista. Sí, es tal cual canta en el tema que cierra Alamut , su primer disco solista. "Vivo bien seguro bajo un techo de cristal... / Soy hipersensible a los afectos / cuando ves mucha gente junta, yo seguro estoy en la otra punta ... porque soy tan tímido que me siento diferente."
-¿Cuándo te decidiste a trabajar en un disco solista? Porque mucha gente se lo preguntaba desde hace rato, imaginando que tenías muchos temas inéditos...
-La realidad es que no tengo muchas canciones; no soy un compositor muy prolífico. Doy muchas vueltas y me cuesta mucho entrar en ese estado en el que encuentro una canción. Soy muy crítico. Con los Decadentes, normalmente se iban consumiendo esos temas, pero con el correr del tiempo se sumaron más autores y eso provocó que me sobraran canciones.
El principal letrista de Los Auténticos Decadentes saca un disco solista y punto. No se corta solo ni prescinde de su banda. Al contrario, la "Mosca" Lorenzo, baterista de LAD, es el productor del álbum. La mayoría de sus compañeros colabora en Alamut y ni se le cruza por la cabeza salir a presentar el disco, salvo en medio de un show "decadente". "Es que en la banda todos tenemos rienda suelta; no hay limitaciones y, entonces, no hay frustraciones."
-El tuyo no es el caso típico del músico que saca un disco solista con el material que la banda le bochó...
-Claro, no me pasa eso de "nunca me dejan poner un blues", por ejemplo. Es un álbum muy similar a los discos de los Decadentes, salvo que no tiene caños. Es una formación más guitarrera y chica. Básicamente, me di el gusto de tocar más la guitarra porque tenía espacio. Partí de la idea de los demos que yo les muestro a los Decadentes, en los cuales toco todos los instrumentos, y como no soy muy ducho en la mayoría, tienen una personalidad, precisamente por la carencia. Quería hacer un disco más artesanal, no invitar a profesionales, y que pareciera un disco casero, como hecho en un cuarto, en un home studio. Y pasó de ser un demo a ser un álbum de forma muy gradual, muy esfumada. Y cuando más o menos los temas estaban, la "Mosca" [Lorenzo] tocó la batería arriba; yo toqué el bajo y, después de escucharme cómo lo hacía, llamé a un bajista, Martín Aloé. Pero casi no dejó de ser demo; incluso la voz del tema "Abismo" es la de la primera toma.
-No quisiste armar una gran producción alrededor del disco, ¿no?
-Eso está bárbaro y me podría haber dado el gusto de mi vida, pero nada como la energía de un grupo de amigos en que todos son parte del proyecto.
-¿Qué vida les ves a los temas?
-Hay algunas de estas canciones que yo le presenté a la banda; algunas, hace tres discos. Quizá no vieron lo mismo que yo: las canciones que quedaron afuera eran muy personales.
-¿Hay canciones muy viejas?
-Sí: "Lóbulo frontal", "Fósforo", pero la versión era muy diferente; "Emociones negativas" y "Tímido". Por ejemplo, "Tímido" es muy personal; no sé si tiene tanto sentido en un proyecto de los Decadentes, y acá tiene todo el sentido del mundo.
-¿Vas a hacer algún show?
-Una de las primeras cosas que hablé con la compañía es que no quería hacer una presentación solo. No me gusta hacerme cargo de ser frontman de un show entero. Entonces, la idea fue que, si se copaban los Decadentes, dentro de un show importante de la banda, podía presentar un par de canciones. Si algunas de estas canciones se vuelven populares, supongo que quedarán en el repertorio de la banda.
-Llevás el rol del compositor de clásicos populares, pero hasta hace unos años el compositor de hits estaba mal visto. ¿Qué cambió en la opinión pública?
-No sé si cambió algo. Yo pienso que todavía hay grupos a los que les pasa esa cosa rarísima que es avergonzarse de tener un hit y miedo de perder su credibilidad. Lo que me parece es que el tiempo hace que la gente no te juzgue de la misma manera, porque ya sos parte del patrimonio argentino. El Obelisco no es ni lindo ni feo; está ahí. Vos ya conocés a los Decadentes; sabés lo que son, y ahí es cuando se los empieza a valorar como algo folklórico. Por otra parte, creo que la gente nos quiere porque somos un ejemplo de convivencia; somos doce personas, una cooperativa exitosa de muchos años, y seguimos siendo amigos.
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