Fito Páez: gira mágica y nostálgica
El músico rosarino inició en Chile el tour mundial 20 años después del amor y, tras el celebrado show, habló con LA NACION
SANTIAGO, Chile.– Fito Páez dio inicio en Chile a 20 años después del amor. Con un show de dos horas, el rosarino inauguró el tour internacional en esta ciudad, ante una multitud que agotó las entradas de un concierto emotivo, en el que recordó a Luis Alberto Spinetta y a Mercedes Sosa, y en el que tocó completo (y a coro) el álbum El amor después del amor, considerado el disco más vendido en la historia del rock argentino.
El show estaba agendado a las 21, pero 20 minutos más tarde, y sólo cuando las doce mil personas del Movistar Arena de Santiago aullaban de desesperación, Páez se hizo presente en el escenario para dar inicio a la gira que retoma el exitoso álbum. Catorce tracks de inicio a fin y en el orden original. Y por lo mismo –y porque correspondía– la primera canción en sonar fue la que dio nombre al disco, al show y a esta celebración que lo hará rodar por el mundo hasta octubre, cuando regrese a la Argentina.
Y entonces la cúpula mayor del Parque O’Higgins se oscurece y la voz de Fito inicia el mantra. "El amor después/ del amor tal vez/ se parezca a este rayo de sol." Y nadie lo ve hasta que su banda (seis músicos en escena) hace estallar los instrumentos y el músico aparece en medio: alegre, dinámico y rejuvenecido 20 años (musical y metafóricamente). Cuando la fiesta está desatada, Páez lanza la primera señal de conexión con el público capitalino: "Santiago, ¡esta noche será inolvidable!".
El show que mostrará en América latina, Israel, Estados Unidos y en algunos países de Europa (Inglaterra, Francia, España) comienza con los catorce temas de su octavo disco sin detenerse en ningún instante; con arreglos musicales preparados especialmente para la ocasión, y continúa con flashbacks que repasan gran parte de los hits que lo convirtieron en un referente latinoamericano obligado del pop/rock en español.
Pero Fito llegó a Santiago en medio de una polémica. Se le acusó de despedir a Claudia Puyó (corista que trabajó con él en la grabación de El amor después del amor) por estar gorda, según declaraciones de ella misma. A los segundos del inicio del recital, el chisme pasó a ser una mera anécdota, cuando la corista colombiana Adriana Ferrer (el reemplazo que Fito encontró para Puyó) entró a escena a cantar el emblemático solo de la primera canción del disco, y con una voz digna del mejor góspel norteamericano envolvió todo.
Pero donde el show más gana es en el trabajo de archivo y producción que el músico y su equipo prepararon para las visuales del recital.
Tributos
En tres pantallas LED, y a medida que avanza el listado de canciones, Fito Páez –a través de imágenes y playback– trae al presente a sus amigos de siempre. Los reflejos de Fabiana Cantilo y Celeste Carballo lo acompañan con voces y bailes en "Dos días en la vida". Charly García y Andrés Calamaro hacen lo propio en "La rueda mágica". Pero quizás el momento más emocionante de 20 años después del amor, es cuando irrumpe la voz de Luis Alberto Spinetta en "Pétalo de sal", que culmina en un juego visual –y rememorando la portada del disco La, la, la, que ambos firmaron a dúo– en el que las caras de Páez y "el Flaco" se vuelven una.
Y los homenajes no terminan ahí. Mercedes Sosa también bendice al rosarino en escena en "El muro de los lamentos"; una aparición respetuosa que conmocionó a las 12.000 almas que llegaron a ver, en vivo, un álbum de 1992: el mismo que 20 años después envejece como el vino.
Movistar Arena es uno de los rincones de Santiago más cotizados por los músicos que visitan Chile, pero raras veces colma su capacidad. Fito lo logró. Muchas parejas de novios (o pololos, como se hacen llamar en este país) se abrazaron y besaron con "El amor después del amor". Sobre todo muchas parejas de adultos (adultos jóvenes y adultos mayores). Pero no hay que engañarse: 20 años después del amor es un homenaje al sentimiento visceral en sus primeras canciones, que muta a momentos de distorsión y al espíritu más rockero de Fito en temas, como "El diablo de tu corazón", "Naturaleza sangre" y "Ciudad de pobres corazones".
Ya en la segunda parte del show, que lo componen otras catorce canciones, Fito repasa su carrera con un playlist fino que va desde "Cadáver exquisito", "Y dale alegría a mi corazón", "11 y 6", "Dar es dar" y "Al lado del camino". Antes de esta última, Páez –que está escribiendo el final de una novela próxima a publicar que define como "una obra que habla de las pasiones" (ver recuadro)– lanza una declaración de principios y parafrasea al poeta chileno Nicanor Parra: "Ya no confío en las palabras".
Y la sentencia cobra sentido cuando atrás, en las tres pantallas LED, la letra de la canción se refleja y avanza a modo de karaoke y transforma todo en un gran coro.
Fito, después de Santiago, viajará a Costa Rica a protagonizar la segunda fecha del tour en el Palacio de los Deportes. Continuará en Venezuela, en Caracas, y en Maracaibo; luego vendrán Bogotá, Medellín, San Pablo, Curitiba, Porto Alegre y Montevideo. Serán cinco meses de tocar y tocar. Luego regresará a Buenos Aires para presentarse en El Planetario y continuar con la gira en Perú, Paraguay, Bolivia, México, Miami, Nueva York, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Panamá, España, Israel, Londres y París, y luego volver con las presentaciones nacionales en Mendoza, Córdoba, Rosario y Tucumán.
Fito cambió de vestuario dos veces en las dos horas exactas que duró el concierto: dos encores de tres minutos le dan un respiro necesario al show. "Ciudad de pobres corazones" cierra la primera parte, y "Dar es dar", el siguiente. El set final de 20 años después del amor lo encumbran "Cable a tierra" y "Polaroid de locura ordinaria", para que "Mariposa tecknicolor" (en la euforia total del público) corone el fin de la presentación.
Durante los últimos acordes de la canción, Fito Páez agradeció al público en seis ocasiones. "Gracias, Santiago, gracias". "De verdad, gracias, éste era el inicio". "Son inolvidables, gracias por todo". Fito estaba emocionado, agradecido. El primer show de la inmensa gira que ensayó con prolijidad durante cuatro meses en Buenos Aires había sido un éxito. Y nadie, incluido él, quería irse.
En octubre el tour llegará al Planetario
- Nueva sangre. La banda que acompañará a Páez en esta gira mundial está integrada por cinco jóvenes músicos (ninguno de ellos participó de la grabación original del álbum): Diego Olivero, Juan Absatz, Dizzy Espeche, Gastón Baremberg y la cantante colombiana Adriana Ferrer.
- Show planetario. 20 años después del amor desembarcará en Buenos Aires recién en octubre, con un concierto especial en el Planetario porteño.
- Invitados en pantalla. El amor después del amor, grabado en 1996, contó con las voces de un seleccionado de músicos argentinos. Algunos de ellos, cantan aquí junto con Páez, a través de imágenes proyectadas en las pantallas: Charly García, Andrés Calamaro, Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Fabiana Cantilo y Celeste Carballo.
Emilio Contreras
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